A continuación veremos qué son los hemoparásitos y cuáles de ellos son los que con más frecuencia nos vamos a encontrar. Estos pasan al torrente sanguíneo o piel de los perros utilizando como vector a pulgas, mosquitos y garrapatas, siendo los responsables de enfermedades que ponen en riesgo de gravedad la salud del perro.
Además, el diagnostico se complica ya que los síntomas no son específicos por una parte y por otra puede haber presencia al mismo tiempo de diversos hemoparásitos. Debido a las consecuencias en la salud de los perros la prevención es vital ya que incluso existen algunos de ellos que tienen la capacidad de trasmisión a las personas (zoonosis).
Hemoparásitos en los perros, ¿qué son?
Se conoce como hemoparásitos a una amplia variedad de organismos parásitos obligatorios de las células de la sangre, los cuales se manifiestan como nematodos, bacterias o protozoos.
Estos llegan a los perros mediante la picadura de insectos que son muy comunes y que están siempre presentes en el medio ambiente, tales como las garrapatas, mosquitos o pulgas y que están infectados con los hemoparásitos, actuando como vectores.
¿Cuáles son los tipos de hemoparásitos?
A continuación mencionaremos los más destacados:
- Dirofilaria immitis.
- Anaplasma platys.
- Leishmania infatum.
- Borrelia burgdorferi.
- Bartonella spp.
- Rickettsia conorii.
- Erlichia canis.
- Babesia canis.
- Hepatozoon canis.
Los nombres de las enfermedades en los perros derivadas de estos parásitos, han sido asignados en función al tipo de hemoparásito que la ha generado, es decir, filariasis, la anaplasmosis, la babelosis o la bartonelosis y así sucesivamente. Es de hacer notar que aun cuando el perro pueda estar afectado por uno o varios de ellos, todas las enfermedades que estos provocan son de mucha gravedad, al punto de ocasionar la muerte.
Además hay que tener presentes que algunos de ellos se transmiten a las personas ya que dependen de un vector que muy bien puede picar al humano. Cada patología depende de un vector diferente, por ello la enfermedad que pueda contraer el perro va a depender de la zona donde viva y de que insecto de los que hemos mencionado predomina y está expuesto el animal.
Síntomas de los hemoparásitos en los perros
Debido a que no hay cuadros clínicos vinculados a este tipo de infecciones que sean específicos y por el contrario son variables, estos pueden estar presentes en distintas patologías, lo que hace difícil diagnosticar que tipo de hemoparásito está generando los síntomas en el animal.
Si a esto le sumamos que pueden estar manifestándose varias enfermedades al mismo tiempo, la situación se hace más compleja de cara a un diagnóstico. Sin embargo hay síntomas que pueden darnos algunos indicios de su presencia en los perros, entre ellos:
- Fiebre.
- Trastornos neurológicos.
- Bajadas de peso considerables.
- Anemia.
- Anorexia.
- Tos.
- Debilidad.
- Dificultades para respirar.
- Alopecia.
- Edemas.
- Heridas.
- Deshidratación.
- Hemorragias nasales.
- Rinitis.
- Sangre en la orina.
- Hepatitis.
- Deposiciones sanguinolentas.
- Aletargamiento.
- Ictericia.
- Vómitos.
- Fallos renales.
- Mayor cantidad de orina.
- Inflamación de los ganglios linfáticos.
- Bebe más agua de lo acostumbrado.
- Secreciones abundantes en nariz y ojos.
- Cojera.
- Alteraciones en los ojos.
¿Dónde se diagnostica los hemoparásitos en perros?
Se debe acudir a los laboratorios especializados para obtener el diagnostico, por supuesto que siempre estará el veterinario de por medio para realizar la revisión y recoger las muestras según los síntomas y del hemoparásito que se sospeche es el que los está ocasionando.
Entre las pruebas de laboratorio recomendadas para el diagnóstico se cuentan las serologías, PCR, citologías, cultivos o frotis y en cualquiera de los casos será posible observarlos en la sangre al igual que los anticuerpos, aunque no siempre es tan fácil dar con la identificación.
Sin embargo para apoyar la identificación hay kits diagnósticos que facilitan la tarea, identificando en pocos minutos la presencia de estos en la sangre del perro y estos pueden aplicarse en la misma clínica veterinaria, aunque los resultados no son 100% garantizados. Lo cierto es que el especialista tiene que buscar todas las vías posibles hasta llegar al diagnóstico acertado y poder entonces aplicar el tratamiento, evitando así que el perro esté en riesgo de muerte.
Tratamiento para la cura de los hemoparásitos en los perros
El tratamiento es esencial y especialmente si se trata de hemoparásitos que afectan al ser humano. En el caso de los perros que están enfermos se les deben hacer los análisis necesarios incluyendo los de sangre, ya que es una manera de determinar cómo se encuentra de salud en general y si sus órganos están funcionando bien.
Para tratar las enfermedades existen fármacos especialmente diseñados para neutralizar al hemoparásito que está afectando la salud del perro, el tratamiento además se complementa con medicamentos para los síntomas específicos y antibióticos, todo esto en función a los resultados de las pruebas.
Dependiendo de la gravedad del perro se recomienda la hospitalización para aplicar tratamiento intravenoso así como fluidos. Este tipo de tratamientos se deben aplicar por un largo periodo de tiempo y aun así es probable que el perro no sobreviva, por tal razón la prevención es más que imprescindible.
La prevención pasa por evitar a como dé lugar que estos parásitos entren en contacto con el perro, para conseguirlo hay muchas opciones y al respecto el veterinario te puede aportar bastante. Entre ellas está la opción de la desparasitación, lo cual puedes hacer tu mismo mediante la aplicación de pipetas, collares anti pulgas, garrapatas y mosquitos, etc.
En caso de que el perro haya contraído la leishmaniosis, si bien es cierto que no existe forma de impedir que la infección llegue a él, si hay una vacuna que no permite que el parasito de expanda por el organismo y por tanto los síntomas serán reducidos o no van a aparecer en el perro.
Aplicar esta vacuna de forma preventiva a los perros que viven en zonas donde el contagio es elevado, es una solución que tienes al alcance. La misma se coloca por primera vez a los 6 meses y después se debe colocar una dosis cada año y bajo el control del veterinario.
Hemos visto como los hemoparásitos tienen la capacidad de poner en riesgo la vida de los perros y cuan complicado puede ser, el llegar a un diagnóstico acertado de forma rápida. Es por ello que cuando se tiene la información de las formas de contagio y de los tipos de hemoparásitos que existen, los tutores de los perros pueden ejercer un trabajo de prevención sobre sus mascotas que consiste por una parte en evitar que estos tengan contacto con los vectores o con los causantes de las enfermedades en sí mismos.
Por otra parte los dueños tienen la responsabilidad de llevarlo periódicamente al veterinario y solicitar vacunas o cualquier tratamiento preventivo en función a la zona donde residan y para evitar el contagio. De igual forma, hay acciones preventivas que están a disposición, como los collares repelentes de insectos, entre otros.