Además de los seres humanos y la mayoría de los animales, el cuerpo del perro está hecho de un 80% de agua, lo que obviamente es vital para disfrutar de una vida sana y cualquier otro aspecto de la vida.
La hidratación es importante no sólo para uno mismo, sino también para conseguir que los órganos trabajen en sintonía, filtran las toxinas y regulen la temperatura corporal. Así que una sola pérdida del 10% del agua del cuerpo de tu perro puede tener graves consecuencias, por lo que es esencial asegurarse de que el agua limpia y fresca siempre sea suficiente.
Debes asegurarte de que tu perro quede satisfecho y no descuidar el tazón de donde beben, ya que siempre debe tener agua limpia y fresca.
Si tu perro bebe agua del grifo, agua de lluvia o agua embotellada, es esencial que su agua sea limpia y segura para beber. Esto no sólo significa darles una fuente de agua limpia y fresca, sino también asegurar que tengan recipientes limpios.
En un cuenco con agua estancada, las bacterias y otros insectos microscópicos pueden formarse muy pronto, lo que no sólo puede provocar enfermedades e infecciones, sino que también puede alterar el sabor del agua en sí misma, haciéndola poco atractiva para tu perro. El tazón del perro debe lavarse bien al menos una vez al día, utilizando agua caliente y detergente líquido y no simplemente enjuagarlo o rellenarlo si no hay suficiente agua.
El cuenco de tu mascota debe estar razonablemente en buenas condiciones y no lleno de mordeduras y arañazos, ya que este tipo de daños en el tazón, son ideales para que las bacterias aniden en él.
Cuando tengas que estar mucho tiempo fuera de casa por trabajo y por decir un ejemplo y tienes que dejar al perro solo por cualquier período de tiempo, siempre debes predecir su hidratación con anterioridad, para después dejar al perro con el suficiente agua y en recipientes limpios, así que nunca debes irte de casa y dejar a tu perro con el tazón de agua vacío.
Algunos perros tienden a volcar sus tazones y por supuesto que al hacer eso, estos no tienen agua el resto del día.
Así que tienes que invertir un poco de dinero en la compra de cuencos robustos hechos especialmente para que tu mascota no pueda volcarlos o por lo menos, que se derrame lo menos posible o sino otra manera es dejar a tu perro con más de un cuenco. A diferencia de la comida, el agua no debe ser racionada o restringida; por el contrario, siempre debe estar disponible a cualquier hora del día.
¿Cuál es el mejor tipo de cuenco? El tazón de agua de tu perro debe adaptarse a su tamaño físico, ya que los perros grandes tienen problemas para meter la cabeza en un tazón pequeño para beber y al mismo tiempo, pueden no proporcionar el suficiente agua para saciar todas sus necesidades.
Por el contrario, los perros pequeños pueden tener dificultados con los tazones grandes, sobre todo a la hora de intentar beber.
Por lo tanto y para conseguir la hidratación correcta para tu perro, el agua nunca debe ser un reto, incluso debes considerar el tipo de material del que está hecho el cuenco de tu perro y es que en general, los cuencos más recomendados y más adecuados son los de acero inoxidable, ya que son resistentes a los arañazos y casi imposibles de romper.
La mejor opción sería adquirir recipientes cerámicos robustos, pero por supuesto, al ser de cerámica se puede romper más fácilmente o pueden formarse grietas. Se deben evitar los cuencos de plástico, ya que son muy propensos a arañazos y estos a menudo contienen bacterias.
Beber del inodoro siempre es un misterio para los propietarios de los perros que están obsesionados con beber agua de la taza del inodoro, especialmente cuando el agua es fresca, limpia y siempre está a su disposición.