La tranquilidad habitual de un barrio de Villa General Belgrano se vio rota recientemente por un lamentable suceso que ha causado estupor no solo entre los residentes, sino también en toda la comunidad. Harry, un perro de apoyo emocional para una niña con epilepsia, fue asesinado a sangre fría por un vecino debido a un incidente trivial: el animal había orinado en su vehículo. Este acto ha dejado marcada a una familia que consideraba al can no solo como mascota, sino como un miembro indispensable del hogar.
De acuerdo con el relato de la familia, Harry desapareció de su domicilio en el barrio cerrado Los Molles el pasado jueves 26 de junio alrededor de las seis de la tarde. La noche se convirtió en una búsqueda angustiosa hasta que, a la mañana siguiente, hallaron el cuerpo sin vida del perro bajo un arbusto cerca de la vivienda, con una herida causada por arma de fuego.
El dolor de la familia se vio agravado cuando el responsable del disparo confesó los hechos y, además, amenazó con el arma a los integrantes del hogar. El padre de la menor, Germán, explicó que el perro fue adquirido para su hija debido a las cualidades específicas de la raza Jack Russell para acompañar a personas con necesidades emocionales.
La reacción del acusado fue extremadamente violenta, llegando incluso a intimidar directamente a la madre y otros familiares. «No hubo ningún aviso previo ni discusión con el vecino, tan solo saludos ocasionales», señaló Germán, reflejando la sorpresa y el desconcierto tras tantos años de convivencia pacífica en el vecindario.
Investigación judicial y cargos contra el agresor
Actualmente, el caso está en manos de la justicia en el tribunal de Río Tercero, bajo la supervisión del juez Carvallo. El imputado enfrenta cargos tanto por el homicidio animal como por las amenazas realizadas contra la familia. Germán confirmó que el procedimiento judicial ya está en marcha y que la familia espera que se aplique la ley con firmeza en este caso de crueldad injustificable.
La figura del perro de soporte emocional resalta la importancia de estos animales en la vida de las personas que dependen de ellos para su bienestar emocional. La noticia ha generado conmoción en la zona y ha puesto sobre la mesa el debate sobre la protección legal de los animales de asistencia y los derechos de las familias que dependen de ellos.
Repercusiones sociales y apoyo a la familia
El trágico desenlace ha dejado a la familia sumida en el dolor. La menor recibe el apoyo incondicional de su entorno, y el padre ha mencionado la posible necesidad de un acompañamiento psicológico especializado para afrontar las secuelas emocionales tras la pérdida de Harry.
La comunidad ha manifestado su solidaridad y existe una firme expectativa de que el culpable responda ante la justicia. Este caso evidencia la vulnerabilidad de quienes confían en animales de apoyo emocional y la necesidad de reforzar su protección legal para prevenir hechos similares en el futuro.
Tras esta pérdida tan dolorosa, la familia intenta seguir adelante mientras la causa sigue su curso. La figura de Harry permanece viva en el recuerdo, resaltando la importancia de la convivencia respetuosa en los entornos residenciales y el valor de proteger a las mascotas y a las personas que dependen de ellas para su bienestar. El incidente ha puesto sobre la mesa el debate sobre los límites de la tolerancia y la protección de los animales de ayuda emocional.