La limpieza dental de tu perro es más importante de lo que piensas

¿Cuántas veces te ha pasado que tienes que alejarte de una persona porque no soportas su mal aliento? Resulta que esto es un problema bucal que no afecta solo a las personas, también afecta a los perros y es que la higiene bucal no es algo únicamente de humanos, a los perros también les da gingivitis, sarro y mal aliento.

Afortunadamente estas son cosas que se pueden prevenir o solucionar, según sea el caso, para que cuando alguien se acerque a acariciar a tu perro no deba alejarse asustado por su mal aliento o para prevenir incluso cosas peores como la pérdida de piezas dentales, lo cual puede ocurrir por no tener los cuidados adecuados, independientemente de la edad que tenga tu mascota.

¿Se los limpio yo o se los limpia él?

Es posible que también te hagas esta pregunta ya que no suele ser tan común ver a una persona lavando los dientes de su perro, lo cierto es que si hay cepillos de dientes especiales para perros y también hay fundas para dedos especiales para eso (como las que se usan con los bebes), aunque a ningún perro le parecerá agradable que estén hurgando en su boca, pero es necesario.

Puedes probar ambas cosas (el cepillo y la funda) y así verás cual es la más tolerable para tu perro.

Para que lo haga el mismo no esperarás a que tome su cepillo dental y lave sus dientes por sí mismo, pero si lo hará con herramientas especiales que puedes proporcionarle como son los huesos, los cuales tienen diferentes clasificaciones. Hay huesos de cuerno de ciervo, que son recogidos cada vez que el animal los muda y no solo ayudarán a tu perro a limpiar sus dientes, sino que también aportarán calcio y otros nutrientes que le ayudarán a mantenerse saludable.

Otra opción son los huesos naturales, los cuales es preferible que se los des crudos (los puedes conseguir en cualquier carnicería) ya que al cocinarlos se secan y tienden a formar astillas que podrían lastimar a tu mascota, de ahí el falso mito de que no se les debe dar huesos a los perros.

Debes tener cuidado al seleccionar el tamaño del hueso, pues este debe ser proporcional al tamaño del perro para evitar que pueda tragárselo de una sola vez y se le quede atorado en su garganta, lo cual le ocasionaría daño.

También hay los llamados huesos prensados que están hechos con la piel o el cuero de algunos animales y son completamente comestibles. Con este tipo de huesos lo que debes cuidar es que no se los des inmediatamente después de su alimento, pues les estarías dando una doble ración. Por el contrario, es una buena alternativa para los ratos entre comidas, sobre todo en el caso de los perros grandes que requieren mayores cantidades de alimentos.

La diversión de limpiar los dientes

Ya vimos como los huesos, en sus distintas presentaciones, son capaces de ayudar al perro a mantener limpios sus dientes, pero si quieres ir un poco más allá y regalarle diversión a tu perro, también hay juguetes de goma o de hilo (o combinaciones de ambos) que ayudan a remover restos de comida y la aparición de placa dental o sarro mientras tu perro se divierte jugando con ellos.

Hay un tipo de juguete que está muy de moda y que son los conocidos Kong, estos juguetes no solo estimulan la inteligencia del perro mediante un desafío al contener un premio en su interior, sino que también ayudan a su limpieza dental según el material con el que esté hecho.

Una cosa que puedes añadir a todo este tema de la higiene dental canina son los enjuagues bucales para perros, los cuales puedes conseguir en cualquier tienda especializada y están compuestos de modo que no representará ningún problema el hecho de que el perro lo pudiera tragar, ya que estos no saben escupir.