En el momento en que suben las temperaturas y vienen los meses de primavera solemos salir a pasear en compañía de nuestros perros a algún parque o también al campo. Esto representa un problema, ya que durante estos meses se encuentran en la hierba muchas espigas.
Cuando observamos que las hierbas comienzan a estar en su etapa de sequía y a tomar un color amarillo, es el momento en el que comienzan los problemas con las espigas, debido a que estas se sueltan con mayor facilidad, incluso con un simple roce.
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¿Cómo evitar que nuestro perro se pinche con las espigas?
No obstante, suele suceder que en el lugar en que vivimos es muy complicado pasear a nuestro perro, ya que no hay un sitio que se encuentre completamente libre de las espigas. Los perros son animales que constantemente sufren de este problema, bien sea por el tipo de pelaje o porque suelen meterse con mucha frecuencia en un área con mucha hierba, por lo tanto las espigas se pueden introducir hasta que llegan a la piel.
Una de las maneras con las que podemos evitar este tipo de problemas, es cortándole el pelo a nuestro perro en el momento en que se acerquen los meses de la primavera, ya que de esta manera, las espigas que se pegan al pelaje se pueden ver de inmediato.
Eliminar las espigas del cuerpo del perro
Después de que hayamos dado un paseo con nuestro perro, es importante que revisemos su cuerpo para buscar las espigas que se hayan clavado en su pelaje. Si encontramos alguna, podemos retirarla con ayuda de unas pinzas y luego aplicaremos un spray o también una crema, para que nuestro perro no llegue a sentir picor y evitar así que se rasque o se pueda lamer.
Si sucede que no encontramos la espiga o se nos llega a romper cuando intentamos retirarla, es posible que se meta por completo en la piel y cause la aparición de un glaucoma. Si esto ocurre, el área se encontrará enrojecida, con inflamación, pudiéndole provocar una infección o en su diferencia llegar a supurar.
En ocasiones las espigas se pueden clavar en zonas en las que probablemente ni imaginamos, ya que hasta incluso se pueden introducir en los oídos, los ojos o también en la nariz. En este caso, lo recomendable es que llevemos a nuestro perro a un veterinario para que las espigas sean retiradas de una forma segura.
Cuando las espigas se meten en el interior de los parpados, pueden provocar mucho dolor al igual que inflamación, causando daños en la córnea y la aparición de una úlcera. Es importante tener en cuenta que si nuestro perro no recibe tratamiento inmediato se puede quedar ciego.
Observaremos que se rasca el hocico con la pata, con mucha insistencia para intensar sacar la espiga. En ciertos casos puede llegar a salir con la fuerza de alguno de los estornudos, pero si eso no llega a suceder, tenemos que llevar a nuestro perro lo más pronto posible a un veterinario.
Aquellos perros que tienen las orejas largas al igual que caídas, son los que suelen tener problemas más frecuentes con las espigas en esa zona. Cuando la espiga se mete en el interior de los oídos puede provocar mucho dolor.
Observaremos que nuestro perro sacudirá de manera constante su cabeza y la colocará hacia el lado en el que sienta el dolor, esto es muy parecido a una otitis.
Si dicha espiga llega a perforar el tímpano, puede causar daños irreparables, como por ejemplo la sordera, por lo tanto, tenemos que llevar a nuestro perro lo más pronto posible a un veterinario para que éste lo trate.
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