Aunque pueden resultar realmente molestos, los ladridos suponen la principal forma de comunicación del perro. A través de los mismos expresan su miedo, su alegría e incluso nos advierte ante los posibles riesgos que haya a nuestro alrededor. En definitiva, es la forma en la que nos hacen saber cómo se sienten, aunque para descifrar esta información necesitamos conocer cuáles son los tipos de ladridos y sus significados.
Tipos de ladridos y su significado
1. Ladrido de miedo. Es corto y agudo, terminado en una especie de aullido. Suele ir acompañado de un paso hacia atrás, como si huyera de una amenaza. Es común en perros que sufren problemas de comportamiento.
2. Ladrido de alarma. Con él, nos advierte que algo está ocurriendo, puede que detecte alguna clase de peligro. Es un ladrido seco y continuado, y el can solo se detiene cuando acudimos a su llamada de atención.
3. Ladrido de excitación o nerviosismo. Mediante este tipo de ladrido el animal libera su estrés. Es un ladrido constante y rítmico, notablemente agudo, y muy repetitivo. Va acompañado de saltos, vueltas sobre sí mismo y jadeos; muchas veces está asociado a la alegría.
4. Ladrido de tristeza. Se trata de una especie de aullido agudo, profundo y prolongado. Es una serie de ladridos repetitivos, graves o agudos, parecidos a un lamento.
5. Ladrido de agresión. Suele ir acompañado de gruñidos. Son ladridos rápidos, agudos y repetitivos, que se intensifican según la amenaza se acerque el animal.
6. Ladrido de atención. Es un ladrido insistente y agudo, acompañado de correteos a nuestro alrededor, miradas, vueltas, saltos, y en definitiva, cualquier movimiento que pueda llamar nuestra atención. Es muy común que el perro reaccione así si quiere salir a pasear o jugar con nosotros.
7. Ladrido ordenado. Suele ser fruto de un proceso de adiestramiento. Es decir, es un ladrido que se le enseña al can con el fin de cumplir una orden.