Cualquiera que comparta o haya compartido su vida con uno o varios perros, es plenamente consciente de que estos animales son extremadamente sensibles. Perciben fácilmente nuestros sentimientos, siendo capaces de consolarnos en los peores momentos. Todo ello ha dado lugar a numerosos estudios sobre sus propias emociones y su forma de identificar las de los demás.
¿Los perros tienen emociones?
La gran mayoría de los etólogos, veterinarios y otros profesionales expertos en estos animales, afirman contundentemente que los perros sienten emociones. No tenemos más que observar su comportamiento para comprobar que esto es cierto. Como ejemplos podemos nombrar el miedo, la alegría, la timidez, el enfado y el cariño. Y es que aunque su capacidad de raciocinio sea diferente a la nuestra, pueden percibir y mostrar sus sentimientos con mayor eficacia que el ser humano.
Para expresarlos, los canes utilizan su lenguaje corporal; sólo hemos de mantenernos atentos para averiguarlo. Mediante sus ladridos y movimientos muestran una amplia variedad de emociones. Para traducirlos debemos conocer el significado de cada uno de ellos, que lejos de lo que pueda parecer en principio, es amplio y complejo. La posición del rabo, las orejas, el tono y rapidez de los ladridos, son unos pocos ejemplos de todo ello.
Animales empáticos
La gran mayoría de los especialistas en conducta canina coinciden en que los perros son animales extraordinariamente empáticos, que perciben los constantes estímulos emocionales de su entorno y reaccionan de acuerdo a ellos. Son capaces de captar sensaciones imperceptibles para nosotros, llegando a «contagiarse» de nuestros sentimientos. No son pocos los casos en los que la ansiedad o la depresión de algunas personas ha llegado a «intoxicar» a sus mascotas.
Asimismo, al igual que ocurre con los seres humanos, su capacidad de aprendizaje, de concentración, e incluso su salud, depende de su estado de ánimo. A su vez, el mismo está fuertemente influenciado por las emociones que los canes perciben a su alrededor.
Comprenden nuestras emociones
La relación entre los animales y las emociones es una cuestión estudiada por la ciencia desde hace décadas. A lo largo de los años se han publicado numerosos estudios sobre el tema con conclusiones similares. Y es que todos ellos coinciden en que, en mayor o menos medida, los canes tienen sus propias emociones y sentimientos.
Pero no sólo eso. Los expertos aseguran que estos animales son capaces de identificar las emociones de los suyos. Así lo demostraron hace cuatro años años mediante un estudio realizado por un equipo de científicos de la Universidad de Lincoln (Reino Unido) y la Universidad de Sao Paulo (Brasil).
Para realizar esta investigación se posicionó a 17 perros frente a imágenes de caras humanas que expresaban dos emociones diferentes: alegría o ira. Estas imágenes iban acompañadas de fragmentos de voces en tonos agradables o irritadas. Pues bien, los expertos constataron que los animales prestaban mayor atención cuando las expresiones faciales se correspondían con los tonos de voz.
En palabras de uno de los autores del estudio, Kun Guo, » la investigación muestra que los perros tienen la capacidad de integrar dos fuentes de informaciones sensoriales diferentes y de desarrollar una percepción coherente de las emociones humanas. Esta capacidad cognitiva solo había sido detectada en los seres humanos».
¿Qué emociones puede tener un perro?
Es fácil identificar la alegría y la tristeza en los perros, pero estos animales tienen un mundo interior mucho más profundo. Los etólogos y educadores caninos aseguran que pueden sentir emociones mucho más complejas como la culpabilidad, la envidia o la vergüenza.
Como vemos, los perros tienen una gran inteligencia emocional. Y por tanto, debemos prestar especial atención a su estado de ánimo e incluir entre sus necesidades básicas buenas dosis de cariño.