Como sabemos, los perros demuestran diferentes patrones de comportamiento entre sí, mostrando muchas veces distintas reacciones frente al mismo estímulo. Es lo que ocurre con la televisión; mientras algunos canes ignoran completamente su presencia, otros permanecen atentos a cada imagen que proyecta. Este hecho tan curioso despierta todo tipo de opiniones entre los expertos.
Un ejemplo es el estudio llevado a cabo por un grupo de científicos de la Escuela de Veterinaria de Lyon, en Francia. Liderado por la Dra. Dominique Autier-Dérian, este experimento demostró que los perros son capaces de identificar a otros miembros de su misma especie, a seres humanos, e incluso a otros animales, a través de la pantalla de la televisión. Para ello se entrenó a nueve canes a los que se les presentaron una serie de imágenes de diferentes mamíferos, entre los cuales reconocieron y reagruparon a otros perros dentro de la misma categoría.
Y es que tal y como indicó a la BBC el profesor de Psicología Canina Stanley Coren, de la Universidad de British Columbia, todos los perros son capaces de ver la televisión, aunque esto está condicionado por ciertos factores. Uno de ellos es la manera que tienen de asimilar el movimiento de la pantalla; sus ojos detectan hasta frecuencias de refresco altas (en torno al rango de 70-80 Hz), mientras que para los humanos es suficiente una frecuencia de 60 Hz para captar el movimiento. Es por ello que los canes no capturan el movimiento continuo en el televisor antiguo, sino imágenes fijas.
También hay que tener en cuenta el carácter de cada perro. No todos se sienten atraídos por las mismas cosas. Por ejemplo, pueden atender especialmente a imágenes de otros animales dentro de la pantalla e ignorar todo el resto. Lo mismo ocurre con los sonidos que emita el televisor: suelen responder a ruidos fuertes, ladridos, llantos, timbres, etc. Todo depende del comportamiento y educación de nuestra mascota.
Cómo perciben realmente la TV
La visión canina es dicromática: distinguen sobre todo azules y amarillos, por lo que los rojos y verdes les resultan menos diferenciables. Aun así, su sistema visual es muy sensible al movimiento y al bajo nivel de luz, algo que hace que las escenas dinámicas capten su atención con facilidad.
Con los televisores modernos (altas tasas de fotogramas y pantallas LCD/LED), los perros perciben la imagen como más fluida que en los antiguos CRT, que para ellos parecían parpadeantes. Este salto tecnológico explica por qué cada vez más canes muestran interés por la pantalla.
Además, la preferencia por el movimiento “natural” es clave: investigaciones en cognición canina muestran que responden mejor a patrones locomotores verosímiles (por ejemplo, un cuadrúpedo caminando) que a desplazamientos antinaturales o invertidos.
La distancia también influye: los perros ven menos nítido que nosotros y tienden a acercarse a la pantalla para descifrar detalles, motivo por el que algunos inspeccionan detrás del televisor cuando aparece un perro.
Muchos canes muestran periodos de interacción breves con la tecnología, a menudo de pocos segundos, alternando miradas a la pantalla con el entorno para evaluar si hay señales reales cerca.
Qué les atrae: contenidos, colores y sonidos
Los perros suelen preferir escenas con otros perros y animales, así como objetos que se desplazan con velocidad o cambios de dirección. Encuestas a cuidadores señalan que un amplio porcentaje se acerca a la pantalla y vocaliza (ladridos, gruñidos) ante estímulos relevantes; incluso hay quienes buscan detrás del televisor para “ver si está ahí”.
En comparativas de interés, los perros y otros animales suelen encabezar la lista, mientras que los humanos ocupan posiciones menos destacadas. No obstante, cada individuo es un mundo y la personalidad pesa mucho.
El sonido es determinante: ladridos, aullidos, reclamos de aves, chillidos o timbres disparan su atención. Muchos perros diferencian bien entre sonidos naturales y efectos artificiales; el volumen excesivo puede provocar alerta o miedo, por lo que conviene mantenerlo moderado.
La gama cromática adaptada a azules y amarillos incrementa la saliencia de ciertos planos. Por eso existen contenidos calibrados para visión canina, con colores, contraste y ritmo pensados para ellos.
La atención tiende a desvanecerse cuando el “sujeto de interés” desaparece de la escena, algo propio de su forma de procesar estímulos relevantes y moverse entre tareas.
Raza, morfología, aprendizaje e imitación
El tipo de perro influye. Terriers y perros de trabajo (pastoreo, caza) suelen reaccionar más ante estímulos visuales que sabuesos, más guiados por el olfato. Los de caza pueden mostrar especial interés por aves, coherente con su motivación.
La morfología ocular también cuenta: canes de hocico alargado tienden a tener una banda visual retiniana más amplia, con más células para detectar movimiento y contraste, mientras que los braquicéfalos pueden tener una capacidad visual más restringida.
Ante montajes de varias pantallas, se ha observado que a veces les cuesta elegir; alternan miradas sin una preferencia clara, reforzando la idea de que su atención a la TV es fragmentaria.
Tele para perros: utilidad y buenas prácticas
Existen canales y plataformas como DogTV que ajustan fotogramas, brillo, saturación, contraste y música para el público canino, y organizan bloques breves de contenidos (relajación, estimulación y exposición). Su objetivo es acompañar al perro en momentos de soledad, no sustituir paseos, juego o vínculo humano, y también hay mando diseñado para perros que exploran la interacción tecnológica con los canes.
La evidencia disponible sugiere que ciertos estímulos audiovisuales pueden ayudar a reducir aburrimiento o ansiedad leve en algunos individuos, pero no funciona igual para todos ni reemplaza la interacción real.
Recomendaciones prácticas:
- Selecciona contenido con animales y ritmos moderados; evita escenas estridentes o violentas.
- Controla el volumen y observa señales de estrés; si se excita o ladra en exceso, cambia o apaga.
- Coloca la pantalla a una altura segura para evitar saltos o impactos, y ofrécele alternativas (masticables, enriquecimiento).
- No uses la TV como cuidador sustituto: paseo, juego, olfateo y descanso siguen siendo la prioridad.
Los perros pueden reconocer imágenes y sonidos en la pantalla, reaccionan más a movimiento y a estímulos biológicamente relevantes, y su interés depende de raza, personalidad, aprendizaje y tecnología del televisor. La TV puede ser un apoyo puntual y controlado, pero lo que más disfrutan sigue siendo compartir tiempo contigo.
