Cómo y cuándo usar el Metronidazol en perros

persona ofreciendo medicamentos a un cachorro que está en el suelo

El Metronidazol es un fármaco utilizado tanto en la medicina humana como en la veterinaria, ya que es un antibiótico y antiprotozario, es decir, se utiliza para combatir las infecciones causadas por bacterias anaerobias.

Estas bacterias se desarrollan mejor en ausencia de oxigeno libre y se generan en heridas como punciones en la piel, fracturas óseas en las cuales el hueso sale a la superficie, heridas profundas y también suelen desarrollarse alrededor de la boca y en las encías. Si bien estas bacterias conviven en el organismo del perro, cuando un agente externo altera el balance de estas comienzan a invadir los tejidos, provocando una infección profunda y muerte tisular. Por tal motivo es fundamental la medicación y tratamiento.

Uso y administración del Metronidazol

medicamento que sirve para humanos y para perros

El mecanismo de acción que tiene este antibiótico se realiza porque desestabiliza la estructura hecoloidal del ADN. De esta manera inhibe la síntesis de ácidos nucleicos. La medicina es captada por las bacterias anaeróbicas y protozoos, ya que estos organismos tienen la habilidad  de transformar intracelularmente al Metronidazol y volverlo de forma activa.

El uso de este medicamento se relaciona con trastornos e infecciones del aparato digestivo, aunque también se administra para el aparato urogenital, la boca,  la garganta y las lesiones cutáneas. Frecuentemente su uso se da en las enfermedades del conducto gastrointestinal, más precisamente en los casos de diarrea.

Sin embargo, se debe tener en cuenta que no todos los casos de diarrea son por la misma causa y por ende no pueden ser medicados de la misma manera. El uso del Metronidazol se reserva  cuando el conducto intestinal está infectado con parásitos y se pueden observar guardias en las heces, generalmente esto ocurre en cachorros y por tratarse de un fármaco lo suficientemente seguro, puede administrarse sin ningún problema.

También se utiliza para las infecciones por protozoos que es la que se propaga por las garrapatas. Los casos pueden variar e ir desde una leve irritación en la piel hasta una crisis hemolítica es decir una anemia o un shock sistemático.

Cachorro rascándose
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En cuanto a su presentación se puede encontrar en forma de comprimidos para los perros adultos; jarabe o suspensión para los cachorros e inyectable que se utiliza en los casos más graves y cuando la medicación debe suministrarse por medio intravenosa. Las dos primeras opciones se pueden usar en el hogar, siempre bajo supervisión veterinaria.

Las dosis que se suministran siempre serán las indicadas por el médico, pero por lo general y por vía oral se utiliza 50 mg al día por kilo de peso, aproximadamente de cinco a siete días. La dosis diaria se puede dividir en partes iguales y suministrarla dos veces al día, es decir, 25 mg mañana y 25 mg por la noche.

Un dato importante a tener en cuenta es que siempre se debe proporcionar el medicamento la cantidad de días indicados por el especialista, aun cuando se vea la mejoría del perro. Este dato es fundamental porque concluir los días con la medicación permite la completa recuperación del perro y se evita la resistencia bacteriana, es decir, que aparezca nuevamente la infección.

Otras cuestiones a tener en cuenta

Es primordial que el Metronidazol no sea utilizado en animales con hipersensibilidad, con alergia al fármaco o con enfermedades hepáticas. Su uso debe ser estrictamente controlado en casos de perros severamente debilitados o en periodos de gestación, así que por tal motivo, el veterinario siempre debe realizar los estudios correspondientes, para descartar cualquier posible complicación ante el suministro de este medicamento.

Comúnmente no suele provocar efectos adversos, pero de aparecer algún síntoma secundario pueden darse los siguientes, vómitos o pérdida del apetito, debilidad, letargo,  trastornos neurológicos y en menor probabilidad y frecuencia alteraciones hepáticas. Sin embargo y si se llega a ver babeo, sangre en la orina o pérdida de apetito no hay porque alarmarse, ya que estos son efectos secundarios de menor importancia. De todas maneras y si estos síntomas persisten durante demasiados días, lo ideal es hacer una consulta veterinaria.

visitar al veterinario por esta enfermedad

En casos aislados se ha visto que el Metronidazol genere pancreatitis, no obstante, es necesario tener en cuenta que su uso prolongado puede conducir al desarrollo de una pancreatitis aguda, en algunos casos aislados puede llegar a ser crónica. Como se ha mencionado anteriormente, estas son situaciones aisladas pero que es necesario tener en cuenta. Para eso es primordial el control médico.

Las reacciones alérgicas pueden ser un efecto secundario del suministro de esta medicación y se puede presentar como una urticaria que es identificable por la aparición de bultos rojos en inflamación en la superficie de la piel y como erupciones que generan picazón y descamación de la piel o en una respiración rápida. En el caso de esta última es necesario acudir rápidamente al veterinario, ya que la vida del perro podría correr riesgo.

Cuando el animal consume dosis inadecuadas o durante periodos de tiempo muy prolongados, se puede estar frente a una intoxicación, en ese caso los problemas neurológicos son altamente visibles y se pueden identificar claramente. Algunos de ellos son desorientación, postura inclinada de la cabeza, descoordinación al andar, convulsiones, rigidez, temblores y nistagmo que son los movimientos involuntarios de los ojos. En cualquiera de estos casos la visita urgente al veterinario es fundamental.

En importante que se tenga en cuenta el historial clínico de la mascota, sobre todo si encuentra bajo algún tratamiento médico o vitamínico, ya que la combinación con otros fármacos puede causar efectos no deseados e incluso suprimir la acción antibiótica del Metronidazol.

Son pocas las medicinas que  potencian el daño cuando se administran con Metronidazol, aquí se mencionan tres de las más conocidas, ellas son:

  • Cimetidina que se utiliza para casos diagnosticados con gastritis crónica y en el tratamiento y prevención de ulceras estomacales e intestinales.
  • Fenobarbital indicado para el tratamiento de la epilepsia primaria, convulsiones focalizadas o generalizadas.
  • Warfarina utilizada para prevenir infartos de miocardio, derrames cerebrales y coágulos sanguíneos en venas y arterias.

En caso de que la mascota se encuentre bajo tratamiento con alguna de estas, se debe informar de inmediato al veterinario, de lo contrario la vida del animal corre peligro seriamente. Se debe tener en cuenta que existen una enorme y variada cantidad de fármacos y suplementos vitamínicos, por lo tanto es fundamental no limitarse solamente a los tres medicamentos mencionados en este texto que inhiben la acción del Metronidazol.

En cuanto a su precio y distribución dependerá de cada país y de los laboratorios que lo comercialicen, ya que es un medicamento mundialmente conocido y usado por la comunidad científica. En ese caso, lo ideal es hablar con el profesional y que sea él quien proporcione la información acerca de cuáles son las opciones que se encuentran en el mercado.


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  1.   Ricardo Leyva Tornés dijo

    Muy interesante el comentario, aunque soy médico, no del campo de la veterinaria, resulta muy complejo el manejo de una mascota y más cuando no existe información especializada.
    Gracias.