La raza de perro Mudi no es muy popular o conocida por los amantes de mascotas caninas. Sin embargo, estos animales son realmente extraordinarios y dignos representantes de la especie. Los Mudi tienen una estatura mediana y se encuentra equilibrada entre la energía y el reposo, siendo versátiles y diversos y de gran adaptabilidad.
El mantenimiento de estas mascotas no exige una gran inversión de tiempo o dinero, su fidelidad es comparada a la de los perros de compañía combinados con la fuerza y valentía del perro de guardia. La raza Mudi no se ha extendido por el mundo, sus límites difícilmente sobrepasan su país de origen, sin embargo esto ha sido bueno para la raza que humildemente tiene mucho que ofrecer.
Historia u origen del Mudi
La raza Mudi no es sencilla de rastrear, la documentación indica que no fueron creados específicamente por criadores que hayan aplicado las leyes de la genética de Mendel. Simplemente los Mudi aparecieron naturalmente tras mezclas realizadas por pastores húngaros entre las razas Puli, Spitz alemán y Pumi.
Considerando estos datos, el Mudi es una raza muy moderna que realmente nació en el siglo XX. Los pastores húngaros solo mezclaron buscando características esenciales en la labor de pastoreo y que fuese una mascota fácil de mantener. El siglo XX fu muy movido para la raza, ya que no solo se creó, sino que alcanzó reconocimiento gracias al Dr. Dezso Fenves que el 1936 lo referencio como una raza autóctona de Hungría.
Inmediatamente después estalló la Segunda Guerra Mundial, periodo trágico no solo para los humanos sino para muchas razas caninas y entre esas el Mudi, que casi se extinguió. Los conservacionistas salvaron algunos ejemplares que permitió continuar la raza.
A pesar de sus extraordinarias características, el Mudi sigue siendo una raza muy local salvo algunos ejemplares en Finlandia. Siguen trabajando como perros pastores y cada vez más se están ganando un espacio dentro de los hogares.
Características
El Mudi es un perro considerado de talla mediana con una altura en cruz entre los 41 y 47 centímetros. El peso promedio es de unos 12 kg. Es preferible que no pesen menos de 12 kg ni más de 13. El manto puede ser de color negro, bayo, ceniza, marrón, blanco o blue.
La raza Mudi se encuentra clasificada según la FCI en el grupo1 de perros pastor y perros boyeros específicamente sección 1 perros de pastoreo. Como se dijo anteriormente, es de tamaño mediano de perfil casi cuadrado y con la línea superior de la cruz a la grupa algo inclinada.
La cabeza es de forma de cuña, los ojos deben ser oscuros excepto los de patrón merle que pueden tener los ojos azules o marrones. Las orejas son altas, erectas y cubiertas de pelos. Tienen forma triangular con movilidad independiente según el estímulo. Poseen un fuerte hocico con el puente de la nariz recto y afilado, con los labios apretados de color similar a la trufa.
Los Mudi tienen un cuello fuerte de longitud media y de musculatura notoria. No tienen papada. El cuerpo es liso, esbelto con músculos duros y firmes y la espalda se presenta corta y recta y la cola sigue la línea natural de la grupa. En estado alerta la cola tiene forma de hoz y relajado es casi horizontal. El manto tiene un pelaje uniforme y ondulado e incluso rizado, es denso y no muy largo.
Temperamento
A nivel del carácter, esta es una raza canina muy inteligente y activa. Muestra especiales condiciones en agilidad y talento para diferentes deportes caninos. Tiene un gran olfato muy útil en servicios de detección de drogas.
La raza Mudi es muy apreciada entre los pastores húngaros que valoran grandemente su animosidad. Su mantenimiento no representa un alto costo. Ladran ante cualquier estímulo y esto ha sido fomentado por su labor de pastoreo. Bien entrenados se controla, sin embargo es muy útil como perro de alarma.
Aunque es muy activo y aprecia siempre tener un trabajo o actividad que realizar, disfruta de los días de descanso y no se pone ansioso al punto de destruir nada en su entorno. En lo sociable mostrará características propias del perro pastor, es decir, acepta la presencia de otros animales aunque es territorial con los perros. Tolera a los niños, pero no acepta malos tratos por lo que es mejor educar a los pequeños y mantenerlos supervisados, siempre tratara de pastorearlos.
Su carácter es animoso y complaciente disfruta de la aventura por lo que el riesgo principal es que se extravíe. Le gusta el ejercicio y enterrar cosas. Lo más recomendable es contar con espacio para que corra y juegue. A pesar de ser apegado con su dueño no muestra problemas en tomar decisiones independientes y proveerse de entretenimiento corriendo y jugando solo.
Cuidados básicos
Las exigencias del cuidado de esta mascota son relativamente bajos, bien atendido tiene un periodo de vida entre los doce y catorce años. Lo más básico y principal es vacunarlo y desparasitarlo según las indicaciones del veterinario. Su necesidad principal es gastar energía por lo que requiere su dosis diaria de ejercicios y afecto.
Un momento que puede fortalecer el vínculo con la mascota es cepillar el pelaje y revisar sus orejas y mantenerlas limpias para evitar los parásitos e infecciones. El baño no debe ser frecuente, solo cuando lo requiera por que tenga mal olor o esté sucio.
Alimentación y salud
La alimentación es fundamental para mantener la salud de la mascota. Los nutrientes que debe consumir están dirigidos a raza mediana, mientras es cachorro debe comer tres veces al día un pienso dirigido a su etapa de desarrollo. Los animales carnívoros requieren de mayor ingesta de proteínas en el caso de los perros debe ser el 85% de la dieta. Se debe evitar la obesidad y adaptar la alimentación para cuando la mascota esté en edad avanzada.
Al cuidar la alimentación la salud será un aspecto más sencillo. Cubierta las vacunas y los nutrientes esta no es una raza que presenta grandes complicaciones a la hora de tener enfermedades genéticas.
Los perros con las características físicas del Mudi suelen tener un porcentaje de riesgo ante enfermedades de malformación ósea como la displasia de cadera o codo. La primera afecta las extremidades traseras de la mascota y la segunda las delanteras. Cuando avanzan en la edad es necesario estar pendiente de las cataratas, no es una enfermedad ocular específica de los perros sino de cualquier raza al llegar a viejos.
Por último y aunque suele sorprender, muchas razas de perros pueden padecer de epilepsia. Esta enfermedad del sistema nervioso provoca convulsiones en las mascotas que suelen preocupar a los dueños. Sin embargo y con tratamiento médico adecuado el perro puede vivir normalmente sin afectar su periodo de longevidad.