Durante muchos años, demasiados, los perros han sido víctimas de la moda, ese invento humano que cada poco tiempo va cambiando que nos dice cómo tenemos que mostrarnos y cómo han de ser nuestros animales de compañía si es que tenemos.
Los animales son como son porque la naturaleza así lo quiso. La mutilación por estética en perros es una forma de maltrato animal, y debería de estar prohibida en todo el mundo. ¿Por qué? Por el sufrimiento que les causan.
Todas las operaciones conllevan riesgos, pero las mutilaciones causan además muchos problemas, no durante la intervención ya que se hace bajo anestesia general, sino una vez que el perro se despierta y vuelve a su vida.
¿Qué tipos de mutilaciones hay?
Hay varias, pero las más comunes en los perros son las siguientes:
Otectomía
Es una operación quirúrgica que consiste en cortar parte del pabellón auricular. Se debe realizar cuando el perro es aún joven, de menos de un año de vida, ya que de lo contrario le costará más recuperarse. Más que si se lo hacen con meses de edad, que es precisamente el tiempo que debería de pasar jugando, explorando y conociendo a otros perros y personas, y no sintiendo dolor.
Y es que, durante el post-operatorio el cachorro no va a poder jugar ni divertirse como lo haría. Además, la otectomía conlleva un importante riesgo de infección pues lo que se hace es eliminar la protección natural de los conductos auditivos.
Caudectomía
Es la operación quirúrgica que consiste en cortar la cola o parte de ella, normalmente de un cachorro recién nacido. Si no se cura como debe, se puede infectar e incluso pueden producirse lesiones en la médula espinal.
Y eso por no hablar de las inmensas dificultades que tendrá el perro cuando quiera relacionarse con los demás: el rabo es un miembro muy importante para los canes, pues les permite decir a los demás cómo se siente en cada momento.
Desungulación
Es una práctica quirúrgica que, si bien se solía practicar más en gatos, en perro también se puede dar por lo que hemos decidido incluirla. Consiste en extirpar, no sólo lo que es el cartílago de la uña, sino también la primera falange, es decir, el primer huesecito del dedo.
Con esta intervención lo que se consigue es que el animal deje de arañar, pero también se le impide llevar una vida normal ya que, al caminar, apoya toda la garra, pero claro, si le quitan la primera falange, le va a costar hacerlo. De hecho, la desungulación puede convertirse en una causa de cojera.
Cordectomía
Es una intervención quirúrgica que consiste en extirpar las cuerdas vocales a un animal. Un perro que no pueda expresarse vocalmente, es un perro que ha dejado de ser perro. Este peludo desde siempre ha ladrado, ha aullado, ha gruñido, ha utilizado sus cuerdas vocales para expresarse y lo debe seguir haciendo porque ese es su principal modo de comunicación, especialmente con los humanos.
Si le quitamos su voz, ¿qué le queda? Siempre que tenga necesidad de decirnos algo, sencillamente no podrá porque nosotros habremos decidido privarle de ese derecho.
¿Por qué se hace?
Bueno, cada persona tendrá su respuesta a esta pregunta. La mía es que lo hacen porque quieren y quizás por desconocimiento. Los perros son como son. Tienen orejas, cola y cuerdas vocales, y las usan porque las necesitan. Si, por ejemplo, tenemos un perro que ladra mucho, lo ideal es preguntarse por qué ladra y buscar una solución. Quizás nos esté intentando decir que está aburrido, que tiene miedo o que necesita un paseo.
Nadie se imagina que un familiar decida extiparle las cuerdas vocales a, pongamos, su hijo porque grita mucho. Es absurdo. Lo que se hace por el contrario es dialogar con él para saber qué es lo que le pasa. ¿No podemos hacer eso mismo con nuestros perros? Bien es verdad es que ellos no hablan como nosotros, pero sí que nos pueden decir muchas cosas a través de su lenguaje corporal, si queremos escucharles.
¿Está prohibida la amputación?
En Europa sí. En el 1987 se creó el Convenio europeo sobre la protección de animales de compañía del Consejo de Europa, el cual debía de estar firmado por los 47 países miembros del Consejo de Europa, incluyendo los 28 de la Unión Europea. De acuerdo con el convenio (puedes leerlo aquí), se prohíben las intervenciones quirúrgicas cuyo objetivo sea modificar la apariencia de los animales o conseguir otros objetivos no curativos.
En el caso concreto de España, hasta marzo del 2017 cada comunidad tenía su propia ley. Sin embargo y afortunadamente, el Congreso aprobó el Convenio Europeo y ahora sí está prohibido amputar a los animales por estética.
Si el perro está con nosotros es porque decidimos traerlo; de modo que tenemos que ser responsables para con él y quererle como se merece.