En la antesala de los Sanfermines 2025, cientos de personas se congregaron en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona para exigir la supresión de las corridas de toros y defender unas fiestas exentas de maltrato animal. La movilización, impulsada por Libertad Animal Navarra con el firme apoyo del Partido Animalista PACMA, subrayó la necesidad de repensar la relación de la sociedad con la tauromaquia, precisamente en unas fechas marcadas por la inminencia de los populares encierros.
La reivindicación de unas fiestas sin crueldad hacia ningún ser vivo marcó el ambiente de la concentración. Los participantes corearon consignas a favor de la protección animal y desplegaron pancartas en las que reclamaban el fin tanto del sufrimiento durante los espectáculos taurinos como de la financiación pública dirigida a la tauromaquia.
Acciones impactantes y participación ciudadana creciente
En los días previos a la protesta, PACMA y Libertad Animal Navarra llevaron a cabo una llamativa campaña visual por las calles de Pamplona. Un camión con pantalla LED mostró escenas diseñadas para sacudir conciencias, comparando el trato recibido por toros y otros animales socialmente protegidos, como los perros. La imagen de un torero enfrentándose a un perro, seguida de otra escena idéntica con un toro, invitaba a cuestionar la doble moral existente sobre el maltrato animal según la especie.
«¿Por qué aceptamos la violencia hacia los toros y la consideramos inadmisible en otros animales?», planteaban los organizadores, buscando despertar el debate y la reflexión en la ciudadanía navarra y de toda España.
Movilización nacional y recogida de firmas contra la tauromaquia
La jornada de Pamplona se suma a una ola de manifestaciones antitaurinas y actos de protesta que han tenido lugar en diferentes puntos del país. Recientemente, en Alicante, activistas alzaron la voz bajo el lema «Hogueras sin sangre», cuestionando la continuidad de prácticas que consideran obsoletas y reclamando la evolución de las tradiciones hacia modelos más éticos y respetuosos con los animales.
Durante estas acciones, los asistentes no solo pusieron en entredicho la supuesta ausencia de sufrimiento animal defendida por los aficionados a la tauromaquia, sino que también promovieron iniciativas como la recogida de firmas «No es mi cultura». Con ella, buscan que la tauromaquia deje de estar protegida como patrimonio cultural, lo que, subrayan, supondría el fin de las subvenciones y abriría el camino hacia su abolición total.
Los eventos han sido acompañados por diversos problemas logísticos, como cambios de ubicación de última hora por decisión de las autoridades, pero el espíritu de las protestas ha permanecido intacto. Incluso con estas dificultades, los participantes lograron captar la atención de viandantes y recibir muestras de apoyo tanto de quienes paseaban por la zona como de conductores.
El reto de transformar las fiestas y la cultura
Las organizaciones convocantes insisten en que preservar la tradición no implica perpetuar prácticas dañinas. Recalcan que la verdadera evolución social implica dejar atrás los espectáculos violentos y crear espacios festivos donde la empatía y el respeto estén por encima de la costumbre.
Convocatorias como la de Pamplona, junto a acciones simbólicas como los «Cubos de la Verdad» —donde se muestran imágenes reales del trato en escuelas taurinas— demuestran que estos movimientos ganan fuerza y visibilidad año a año. La oportunidad de sumar apoyos y abrir conversaciones sobre el futuro de la tauromaquia está cada vez más presente en el debate público.
El creciente respaldo social, la participación de activistas de diversas regiones y la repercusión mediática de las acciones aseguran que el debate sobre la abolición de la tauromaquia y el maltrato animal se mantendrá en el centro de la actualidad durante las próximas semanas, especialmente en el contexto de las grandes fiestas españolas.