Muchos de los problemas de salud en perros, incluyendo los relacionados con la vejiga, pueden aparecer con la edad, dando lugar a la incontinencia urinaria. Sin embargo, esta condición no es exclusiva de los perros adultos o mayores; los perros jóvenes también pueden sufrirla. Si tu perro nunca ha presentado problemas para retener la orina y de repente comienza a experimentarlos, es crucial acudir al veterinario para una evaluación detallada.
¿Qué es la incontinencia urinaria en los perros?
La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina, una condición más común en perros adultos y mayores, aunque también puede afectar a cachorros y perros jóvenes. Este problema se manifiesta a menudo como pequeñas pérdidas mientras el perro duerme o descansa. Puede ser difícil de detectar, ya que algunos perros tienden a lamerse para limpiar la zona afectada. Sin embargo, es importante estar atentos, ya que una atención oportuna puede requerir tratamiento médico.
Causas de la incontinencia urinaria en perros
Existen diversas razones por las que un perro puede sufrir de incontinencia urinaria. Algunas de las causas más comunes incluyen:
- Desequilibrios hormonales: Especialmente frecuentes en perras castradas, debido a la disminución de niveles de estrógeno, lo que debilita el tono muscular del esfínter de la vejiga.
- Infecciones del tracto urinario: Estas pueden causar irritación en la vejiga y frecuentes expulsiones involuntarias de orina.
- Problemas anatómicos: Anomalías como los uréteres ectópicos, donde los conductos que conectan los riñones y la vejiga no están correctamente posicionados.
- Lesiones neurológicas: Daños en el cerebro, médula espinal o nervios que controlan la micción.
- Enfermedades sistémicas: Trastornos como diabetes, enfermedad de Cushing o insuficiencia renal, que incrementan la producción de orina.
Síntomas comunes de la incontinencia urinaria
Los síntomas pueden variar según la causa subyacente pero los más comunes incluyen:
- Manchas húmedas en la cama o donde el perro descansa.
- Goteo constante de orina.
- Lame excesivo en la zona genital debido a la irritación de la piel por la orina.
- Mal olor o signos visibles de irritación y enrojecimiento en la piel cerca de la zona urinaria.
Incontinencia urinaria en cachorros
Es común que los cachorros tengan accidentes mientras aprenden a controlar su vejiga. Sin embargo, si el cachorro se orina involuntariamente cuando está excitado o ante la presencia de perros dominantes, puede no ser un entrenamiento deficiente. Estos episodios suelen resolverse a medida que el cachorro madura, pero si persisten, conviene descartar problemas médicos.
Diagnóstico de la incontinencia en perros
Un diagnóstico preciso requiere una evaluación completa del veterinario, incluyendo:
- Un historial clínico detallado para identificar patrones o factores desencadenantes.
- Análisis de orina y sangre para detectar infecciones o enfermedades subyacentes.
- Pruebas de diagnóstico por imágenes, como ecografías o radiografías, para identificar anomalías anatómicas.
Tratamientos disponibles
El tratamiento dependerá de la causa subyacente. Algunas opciones comunes incluyen:
Medicación
- Fenilpropanolamina: fortalece los músculos del esfínter urinario interno.
- Estriol: terapia hormonal para perros con desequilibrios de estrógenos.
Opciones quirúrgicas
Para casos como uréteres ectópicos o anomalías estructurales, se pueden requerir intervenciones quirúrgicas para corregir el problema.
Tratamientos naturales
Algunos perros responden bien a ajustes en la dieta y suplementos específicos, como extracto de arándano rojo, para mejorar la salud del tracto urinario.
Recomendaciones para cuidar a un perro con incontinencia
Además de seguir las indicaciones veterinarias, puedes implementar los siguientes cuidados en casa:
- Mantén limpia la zona genital del perro para evitar infecciones o irritaciones.
- Utiliza camas impermeables o empapadores en las áreas donde el perro descansa.
- Si es necesario, considera el uso de pañales especiales para perros.
Con un diagnóstico adecuado y el tratamiento correspondiente, muchos perros pueden recuperar su calidad de vida. Consultar con un veterinario es siempre el primer paso para abordar este problema, asegurando el bienestar de tu mascota y mejorando su día a día.