Los perros de rescate, mucho más que una ayuda

Desde hace 10.000 años, los seres humanos han confiado en el perro para protegerse y salir adelante en todo tipo de situaciones, incluso en las que parece que todo está perdido. El sentido del olfato que posee este animal está mucho más desarrollado que el de las personas, por lo que la ayuda que nos prestan es asombrosa.

Si bien todos los canes pueden llegar a ser muy especiales, hay algunos que han nacido por y para proteger a los demás: los perros de rescate. Ellos son los que, más tarde o más temprano, se convertirán en los perros de rescate que salvará las vidas de todo aquel que se encuentre en peligro. Pero, ¿qué necesita un peludo para convertirse en un auténtico héroe?

¿Qué tiene que tener o cómo debe de ser el perro?

A diferencia de lo que se suele creer, cualquier perro de cualquier raza o cruce puede convertirse en un perro de rescate. Sí que es verdad que mediante la cría selectiva o la agudización del instinto un peludo puede ayudar a los demás, pero normalmente el entrenamiento será mucho más sencillo si el querer ayudar lo lleva »inscrito» en la sangre.

Este animal debe de tener el instinto de caza, de presa y de búsqueda muy desarrollados. Esto significa que tiene que tener muchas ganas de jugar, de atrapar el premio que le daremos cada vez que haga algo bien, y de ir a buscar a su presa, que en este caso sería la víctima. Además, tiene que ser de carácter tranquilo, pero al mismo tiempo ser activo. Tiene que estar siempre preparado para jugar y/o trabajar, y sobretodo, para pasárselo bien.

Físicamente debe de ser resistente para poder recorrer largas distancias sin cansarse en exceso, que es por lo que los perros pequeños como los chihuahuas no se suelen entrenar para convertirlos en perros de rescate. Y, por encima de todo, tiene que tener una muy buena relación con su cuidador humano. Sólo así se podrá empezar a entrenar con él.

¿Hay diferentes tipos de perros de rescate?

Dependiendo de la especialidad, se distinguen:

  • Perros de búsqueda de cadáveres: son los que detectan la presencia de personas fallecidas tras accidentes, desastres naturales, etc.
  • Perros de búsqueda en desastres urbanos: son los que rastrean a las personas vivas que han quedado atrapadas tras un desastre en una ciudad o en otro tipo de zona urbana.
  • Perros de búsqueda en agua: son los que rastrean a personas sin vida en el medio acuático.
  • Perros de búsqueda en avalanchas: son los perros que perciben el olor de las personas que han quedado sepultadas bajo la nieve.
  • Perros de evidencias: son perros que están especializados en detectar rastros humanos.

¿Cuándo y cómo empezar el entrenamiento?

Los premios son muy importantes para que el perro se sienta más motivado para trabajar.

La mejor edad para empezar a entrenar a un perro es… cuanto antes mejor. Sí, sí, con dos meses de edad ya puedes comenzar a enseñarle cosas. Primero básicas, como estar con otras personas, perros y gatos, luego más complicadas como cumplir órdenes (sienta, tumbado, quieto). Una vez que haya aprendido esto, luego podrás pasar el entrenamiento propiamente dicho.

Para ello, lo que tienes que hacer es familiarizarlo con diferentes entornos y diferentes ruidos, desde el que producen los coches hasta el de los aviones y camiones. El can tiene que acostumbrarse a ellos para que más adelante le sea más sencillo concentrarse sólo en lo que tiene que hacer: buscar a la víctima.

El siguiente paso será jugar con él al escondite. Al principio, el mejor lugar para ello será la vivienda, pues es donde hay menos estímulos. Te esconderás, por ejemplo detrás del sofá, y dejarás que te encuentre. Cuando te haya visto, dale un premio (caricia, golosina). Las próximas veces, busca un escondite cada vez más difícil y empieza a acostumbrarlo a diferentes olores, como por ejemplo poniéndote diferentes colonias.

Al cabo de unos meses, cuando tu perro haya aprendido a buscarte, pónselo un poco más complicado. Escóndete detrás de un árbol en el parque, y llámalo para que te busque. Si te encuentra, dale un buen premio. Repite varias veces aumentando el nivel de dificultad, y continúa utilizando diferentes olores para que se acostumbre. Mira, este pequeño labrador se lo han llevado a una montaña para que practique:

Finalmente, tocará dar el último paso: pedir a otras personas que hagan el papel de víctima perdida. Será más difícil, pero seguro que lo logra. Pídeles a estas personas que le den un premio enseguida que el animal las haya visto.

Pero, aunque lo haya aprendido ya todo… el entrenamiento continuará. De hecho, nunca termina. Para que sea un buen perro de rescate, tiene que practicar dos o tres veces la semana, y siempre ha de divertirse. Más que trabajo, el entrenamiento tiene que ser un juego para él, pues de lo contrario enseguida se aburrirá y no te prestará atención.

Esperamos que te haya sido de interés y hayas aprendido más cosas sobre los perros de rescate 🙂 .


Sé el primero en comentar

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*

  1. Responsable de los datos: Miguel Ángel Gatón
  2. Finalidad de los datos: Controlar el SPAM, gestión de comentarios.
  3. Legitimación: Tu consentimiento
  4. Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  5. Almacenamiento de los datos: Base de datos alojada en Occentus Networks (UE)
  6. Derechos: En cualquier momento puedes limitar, recuperar y borrar tu información.