Para mucha gente, los pit bulls son una raza de perros extremadamente agresiva y peligrosa. Pocas razas tienen tan mala fama como ésta, debido, en parte, a su imponente fisonomía y al sinfín de mitos y prejuicios que corren a su alrededor.
Si hay una raza que haya sido maltratada desde su origen, ésta es sin duda la del pit bull. Originario de Estados unidos, el American pit bull terrier se ganó su fama y nombre cuando en el siglo XVIII se mezclaron las razas de bulldog con las del terrier para dar lugar a un híbrido pit bull terrier, cuyo primer destino sería el de pelear en las fosas con toros, ratas u otros perros. El sufijo ‘pit’ de hecho, significa ‘fosa’.
Se trata de un perro de carácter fuerte, valiente, decidido y entusiasta. El estándar del United Kennel Club, determinó que no se trata de un perro adecuado para aquellos amos que busquen perros guardianes, puesto que son extremadamente amables, incluso a los extraños. No obstante, suelen presentar cierto grado de agresión contra otros perros, de ahí que se recomiende que los propietarios socialicen con cuidado y eduquen a favor de la obediencia.
Se han realizado numerosos estudios cuyo fin trataba de detectar si existían genes de ‘agresividad’ que les llevaran a reaccionar, en determinadas ocasiones, de forma violenta. La conclusión siempre ha sido la misma: Tratar de encontrar algo que evidencie la peligrosidad de esta raza, no es más que un intento de justificar los errores que cometen los amos durante la crianza y educación del animal.
La educación de un perro empieza desde el momento en el que decidimos ponerle un nombre. Si le llamamos ‘Fiera’ y le ponemos un collar de pinchos, es probable que lo convirtamos en un animal desconfiado, y en consecuencia, peligroso para los demás.
La educación que le brindemos a nuestra mascota durante su etapa de socialización (desde las tres semanas hasta los tres meses aproximadamente), será un momento decisivo para determinar su comportamiento. Durante esta etapa, a un pitbull, y a cualquier otro animal que queramos que sea social, deberemos exponerlo a muchos estímulos externos para que evitar problemas futuros.
Alejar a un perro de los humanos durante su etapa de socialización, influirá negativamente en su reacción cuando los vea a lo largo de su vida como adulto.
Pitbulls y bebés: ¡una relación tierna!
Un pit bull no tiene porqué ser peligroso para nadie, ni mucho menos para un bebé. De hecho, los expertos recomiendan que durante sus primeros meses de vida, los cachorros socialicen con niños. La razón es muy sencilla: los niños pequeños se mueven muy rápido y a veces son torpes. Exponer a los perros a este tipo de movimientos que pueden aparecer en su vida diaria, hará reaccionen de forma positiva y natural cuando sean adultos.
Es importante que acostumbremos a cualquier animal a la presencia de niños para demostrarles que no son ninguna amenaza u obstáculo entre el cariño de los dueños y él. Tiene sentido, ¿verdad?
Lo cierto es que el pitbull no es un animal mucho más peligroso que cualquier otro. De hecho, a principios del siglo XX, esta raza fue considerada por muchos como la ideal para cuidar de los niños en casa, de ahí que se les apodase ‘perros niñera’ durante más de un siglo y medio.
¿Y cuál fue la razón de este mote? Mirad este video y lo entenderéis:
Paradójicamente, detrás de esa imponente y escultórica figura canina, se esconde un animal confiable y tierno. Los pit bulls no son los perros con la mordida más potente, y tampoco los más agresivos por naturaleza. El problema, aunque suene a tópico, está en quienes los crían y educan, y por supuesto, en la mala y desafortunada publicidad que tienen.
Aún así, que la relación entre un perro y un niño pequeño pueda ser beneficiosa y tierna no quiere decir que no se deban tomar precauciones. Los adultos deberemos procurar que el perro no adopte una actitud celosa cuando llega un bebé a casa, asimismo, también deberemos tener en cuenta que los más pequeños pueden llegar a ser muy cansinos y hacer daño a las mascotas jugando, lo cual, en defensa propia, podría dar lugar a una reacción violenta por parte del animal.
Recordemos que para que la convivencia entre un animal y un niño pequeño sea positiva es imprescindible que eduquemos tanto al bebé como al perro a respetarse mutuamente. El cariño y el afecto entre ambos, llegará con el tiempo.
Te puede interesar: Perros y niños: cómo conseguir una buena relación
¿Cuál es tu opinión sobre la relación de los pit bulls con los más pequeños? ¿Has educado alguna vez a alguno?
Yo también tengo otro y la verdad que es muy bueno y no tengo nada que decir de el sólo que es muy inteligente tanto como un pastor alemán o quizás más bueno les dejo este comentario gracias por proteger a esta raza
Yo tengo uno. Pero no me puedo quejar. Es muy inteligente y adora a los niños. Juegan a la pelota con sus amigos niños . Eso sí . No le gusta el maltrato.
Tengo una bebe de 1 año 7 meses y 3 dogos argentinos 1una rotwailer y 3 cachorros cruce dogo pitbull aparte de 3 canijas más , todos adoran a mi hija ellos están enseñados a comportarse con los demás y yo junto con mi mujer educamos a la bebe para que tampoco canse a los perros . Todo depende quien cría y como cría .