Todos los perros son maravillosos, pero cuando nos planteamos adoptar a uno una de las primeras cosas en las que nos fijamos es en su tamaño. Si es pequeño, podemos estar seguros de que podremos cogerlo en brazos siempre que queramos (a no ser que justo en ese momento no le apetezca, claro está 😉 ), pero ¿y si es grande? ¿Por qué elegir un perro grande?
Bueno, hay varios motivos. Descúbrelos para que puedas tomar tu decisión más acertada.
Puede vivir en un piso
Solemos pensar que únicamente pueden vivir en un piso los gatos y los perros pequeños, pero la realidad es que si practica el ejercicio diario que necesita hasta un mastín puede adaptarse sin problemas. Sí, quizás tengas que comprarle un sofá exclusivamente para él, pero tendrás la ventaja de que te protegerá del frío durante el invierno 😉 .
Es un bonachón
Si un perro pequeño es capaz de darte muchísimo cariño, ¿te imaginas lo que puede hacer un perro grande? Se volverá loco de contento cuando te vea, y si necesita mimos, te lo hará saber a su manera, es decir, con lametazos. Además, las razas y cruces de perros grandes, al ser más fuertes, soportan mejor algunos comportamientos infantiles (eso sí, no hay que dejarlos nunca solos, pues por muy grande que sea, es un animal que siente el dolor y, por consiguiente, reaccionará a él).
Le será más fácil aprender
Al tener una mayor altura, al perro grande le es más sencillo mirar a los ojos de las personas, por lo que no le resulta tan complicado entender lo que se le está pidiendo.
Si quieres encontrar a tu amigo ideal, no dudes en informarte sobre su carácter, porque a fin de cuentas, eso es lo que más importa a la hora de escoger a uno u otro.