Es bastante común que en las zonas en las que encontramos perros y tienen la oportunidad de jugar, veamos que entre ellos mismos ocurre un intercambio de gruñidos, sin la necesidad de que en la mayoría de los casos ocurra alguna pelea, ya que en este caso es todo lo contrario.
Los perros evidentemente no tienen la capacidad de hablar, sin embargo, podemos decir que es la única característica que les hace falta, debido a que cuentan con una amplia comunicación a través de gestos que observamos que se manifiestan usando el lenguaje corporal y en cada una de las distintas vocalizaciones como lo es ladrido, el aullido, el llanto o también el gruñido.
La comunicación de un perro a través de los gruñidos
El gruñido por lo general es una señal que nos indica que existe la presencia de algún peligro.
Lo más común es que escuchemos gruñir a un perro para dar una advertencia frente alguna situación que no le guste y quiere que termine de la manera más rápida posible, ya que si no es de esta manera, ocurrirá la evolución en su comportamiento que lleve hacia el ataque o al hecho de morder su objetivo.
Sin embargo existen otros motivos para los gruñidos de un perro, un ejemplo de esto es cuando sienten algún dolor y tocamos el área afectada por accidente o porque no tenemos el conocimiento de ello, al igual que cuando un perro se encuentra en un momento para jugar, que es en lo que nos vamos a concentrar.
Hasta en una situación que genere placer, como por ejemplo una sesión especial de masajes, podemos ver que nuestra mascota gruñe en el momento que lo acariciamos. Esto es algo completamente normal. La vertiente lúdica del sonido que reconocemos como gruñido es la que encontramos estando en la base, la que tiene la capacidad de explicar el motivo de los gruñidos de un perro en el instante en que juega.
Los perros gruñen mientras juegan
Los perros son animales que son notablemente sociales, juegan durante todos los años de su vida, debido a que como estos son animales que en un momento se convirtieron en domésticos, tienen la capacidad de mantener las características de su infancia mientras se encuentran en su etapa adulta.
Es por este motivo que cuando dos o más perros se encuentran y al mismo tiempo se llevan muy bien, es bastante común que tengan una conducta bastante animada en el momento que se encuentran jugando.
Cuando están en pleno juego, los cachorros tienen la oportunidad de aprender a relacionarse con todo lo que los rodea al igual que con sus semejantes y esto se debe a que su madre se encuentra presente al igual que a sus hermanos.
A partir de aquí es que surge la importancia más básica de la forma en la que los perros socializan, siendo esencial para sus primeras ocho semanas de vida, como medida aproximada, en donde el perro en su etapa de cachorro cuenta con la oportunidad de permanecer en compañía de sus padres y sus hermanos.
Después de esto, el juego por lo general se extiende hacia otros animales al igual que hacia los humanos, manteniendo la tarea de experimentar, descubrir y relacionarse con lo que se encuentra a su alrededor.
Con las horas de juego, el can tiene la posibilidad de poner a prueba, al igual que ejercitar cada una de sus habilidades físicas y capacidades, en donde es capaz de medir su fuerza, al igual que las de cada uno de sus compañeros.
Cuando un perro comienza a dejar de jugar puede ser una señal de que puede estar sufriendo alguna enfermedad o en su diferencia sentir dolor por algún motivo. Es evidente que con la edad disminuye el período al igual que el vigor al momento de jugar.
Que los perros gruñan al jugar es algo bastante común, ya que como hemos dicho, es una forma de socializar con otros perros.