Cuando vuelves de trabajar y abres la puerta es fácil que se te dibuje una sonrisa en la cara. Tu perro nada más verte se pone loco de contento, saltando y pidiendo mimos. Pero, ¿por qué tiene este comportamiento tan curioso?
Si alguna vez te has preguntado por qué los perros se ponen tan contentos cuando vuelves a casa, a continuación sabrás la respuesta.
El sentido del olfato del perro está muy desarrollado, tanto que puede reconocer el olor corporal de su humano incluso a metros de distancia. Ese olor para él es todo: es cariño, es compañía, es la posibilidad de comer, de salir a pasear,… en definitiva, es su felicidad. Por eso, cada vez que abres la puerta de casa te lo encuentras sentado esperándote, porque eres su familia.
El perro no está preparado para vivir solo. Desde sus orígenes ha vivido en grupos familiares, como lo hace hoy día el perro salvaje africano. Claro que debido al estilo de vida que llevamos a veces no nos queda otra que dejarlo así, solo. Al hacerlo, el peludo se siente muy mal, pero cuando regresamos se pone muy feliz, pues sabe que volvemos a estar a su lado.
Además, no hay que olvidar que tiene sentimientos. Y, de hecho, algunos de ellos son muy parecidos a los nuestros, como por ejemplo la alegría. El peludito que tenemos en casa se pone muy contento cuando nos ve, del mismo modo que lo hacemos nosotros cuando vemos a alguien importante o que hacía tiempo no veíamos, pero con una clara diferencia: el perro lo expresa más, mucho más 🙂 .
Aún así, es muy recomendable que entremos en la vivienda como si nada hubiera pasado. ¿Por qué? Porque si acariciamos al animal lo que vamos a conseguir es que la próxima vez se emocione todavía más, y eso si hay niños o personas mayores puede suponer un problema. Teniendo esto en cuenta, si vemos que salta o se pone muy nervioso le daremos la espalda hasta que se calme. Después podremos darle mimos si queremos.
De esta forma la llegada a casa pasará a ser algo normal, rutinario, y no una experiencia que podría causarle daño a alguien.