¿Por qué mi perro cojea de una pata trasera?

Si tu perro cojea, debes de llevarlo al veterinario

Hay ciertos casos en los que podemos ver que nuestro perro cojea un poco de alguna de sus patas traseras, y caminar nuevamente como de costumbre después de un rato. En otros casos, la cojera persiste por un largo periodo, con variable intensidad e incluso llega a limitar los movimientos del can.

Por lo que si tu mascota presenta este problema, debes saber que en este artículo presentaremos algunas respuestas posibles por las cuales aparece esta afección.

Hay muchas causas por las que un perro puede cojear

Causas por las que un perro cojea de una pata trasera

Cuando ves a tu perro cojeando de la pata trasera, lo más seguro es que te hayas preocupado por saber si está bien, si se ha hecho daño, si tiene algo clavado… En realidad, hay muchas causas por las que un perro puede cojear. Las más habituales pueden ser artritis, heridas, o incluso una rotura del ligamento cruzado anterior. Pero en realidad hay más.

Por eso, aquí queremos relatarte las distintas causas por las que un perro cojea, así como lo que debes hacer en cada caso para aliviar la dolencia de tu mascota.

Luxación de la rótula

La rótula se encuentra alojada entre las trócleas del fémur, dentro del surco especialmente diseñado para ella; al fijarnos, tanto la extensión como flexión de la rodilla requiere dichos movimiento, hacia abajo o arriba. Sin embargo, en algunos casos la rótula se luxa, y empieza a moverse al lateral o medial.

El alojamiento natural de la rótula resulta defectuoso desde el nacimiento, y la misma desplazará hacia delante, dado que no hay nada que la mantenga. Normalmente afecta razas como el Yorkshire, Caniche Toy y Pequinés, etc. y en ciertos casos se trata únicamente de uno de los números defectos congénitos que estas razas presentan a nivel óseo.

Cuando se observa que el perro da saltos, manteniendo la pata afectada alejada del cuerpo mientras sube o baja las escaleras y después de algunos pasos camina normal. Suele creerse que se debe a que es cachorro; sin embargo, debería consultarse especialmente si pertenece a alguna de las razas que hemos mencionamos.

Displasia de cadera

La displasia de cadera se trata de una patología que pese a tener una base genética, contribuyen numerosas causas (ambientales, de manejo, alimentarias, etc.). Resumiendo, puede decirse que la cabeza del fémur no encaja adecuadamente dentro del hueco de la pelvis para ella, y a pesar de que se desencadena por múltiples factores, el animal que la presenta posee una “programación genética” para desarrollarla. Por lo que buscar reproducir canes que padecen esta enfermedad congénita es completamente censurable.

En los casos con severos, la displasia tiene que corregirse con una cirugía ortopédica, que normalmente es complicada. Existen muchas técnicas, como la artroplastia (escisión de la cabeza del fémur) cuando es un can pequeño o mediano y no es capaz de aguantar demasiado peso, o como la osteotomía triple pélvica que consiste en una agresiva intervención que, en ciertos casos, supone la única solución para lograr que el perro camine nuevamente.

Artículo relacionado:
Cómo saber si mi perro tiene displasia de cadera

Heridas u objetos en la pata

Uno de los problemas que pueden tener los perros es que, al andar, se claven algo, o se hagan heridas. Es similar a si tú andaras descalzo y te clavas una piedrecita, o te hicieras un corte en la planta del pie.

Para los perros, sus patas están desnudas, y eso provoca que se puedan clavar objetos. Si además es ya mayor, las almohadillas de las patas están más deterioradas y eso hace que les cueste má trabajo andar por diferentes superficies porque se conduelen más.

En el caso de tener un cuerpo extraño clavado, el tratamiento empieza por eliminarlo con unas pinzas. Por norma general, una vez retirado, puede quedar una pequeña herida, y hay que tratarla con un poco de agua oxigenada o de alcohol.

Ahora bien, si hablamos de una herida y esta es profunda, no solo habrá que limpiarla con agua oxigenada, sino que sería recomendable acudir al veterinario para que le pusiera unos puntos en caso de que fuera profunda y no dejara de sangrar.

Esguince

Muchas veces pensamos que los perros solo se pueden hacer un esguince en las patas delanteras, pero las traseras también son propensas a ello. Por ejemplo, cuando saltan, o cuando corren como locos. En una de esas, pueden poner mal la pata, o que esta se le desestabilice y con ello obtenga a cambio un esguince.

Los esguinces tienen el mismo patrón que en el ser humano, es decir, que duele bastante, no apoyas el pie y además está hinchada y blanda al tacto pero muy dolorida cuando lo haces.

En este caso, vas a tener que bajarle la hinchazón, y para ello nada como una compresa fría o hielo en la zona. Los esguinces se suelen curar solos después de unos días de reposo, pero hay ocasiones en las que no se puede y entonces deberías acudir al veterinario por si fuera necesario enyesar la pata para que se cure bien.

Dislocación de huesos

La dislocación del hueso quiere decir que uno de los huesos de la pata trasera se ha salido de su sitio. Y eso es como cuando se te sale el hueso del hombro, duele muchísimo. Ahora bien, no se te ocurra colocárselo tú mismo, debido a que, en ese intento por aliviarlo, puedes empeorar la situación y que se produzcan hemorragias internas.

Lo mejor es acudir al veterinario que se encargará de colocar los huesos en su sitio. Esto lo puede hacer sin anestesiar al perro, o bien haciéndolo y revisando con una ecografía para cerciorarse de que el hueso está en su sitio y que no hay hemorragias internas que puedan poner en peligro la vida de tu mascota.

Si tu perro cojea de la pata trasera puede ser por un hueso roto

Pues sí, también tu perro, en un momento dado, por una carrera, por un juego, por una caída… puede acabar con un hueso roto. A veces no se dan cuenta al principio (porque la adrenalina hace que sigan «a tope»), pero después sí empezarán a condolerse de ella, e incluso a no apoyar la pata, a que no deje que lo toques… En los casos más extremos, verás que le cuelga la pata y que esta se le mueve como si no formara parte de él.

En esos casos, llévalo al veterinario porque necesitará curarla bien (enyesándole, o incluso con cirugía).

Posibles quistes en la pata trasera

Tener un quiste no tiene por qué asustarte. Sí, es algo que te hará que te salten todas las alarmas habidas y por haber, pero no tiene por qué ser malo. Cuando un perro tiene un quiste en la pata, lo notarás porque tiene la parte inflamada y rojiza. Además, lo notarás duro, como una bola.

La única solución en este caso es llevarlo al veterinario. Él lo observará y puede darle un tratamiento con antibióticos, o también puede sugerirte una pequeña intervención para eliminar por completo el problema e intentar que no vuelva a aparecer de nuevo.

La temida artritis

Este problema es mucho mayor que todos los anteriores, y a día de hoy no tiene una cura que podamos decir que va a eliminarlo al 100%, pero sí que hay un tratamiento para mejorar la calidad de vida de tu perro.

La artritis es una enfermedad que degenera las articulaciones y que se puede producir a partir de los 3 años. Como te decimos, no hay una cura, pero sí hay medicación que puede paliar el dolor y hacer que su día a día no sea tan cuesta arriba.

Para ello, has de acudir a tu veterinario donde le harán varias pruebas (radiografías, análisis de sangre…) y establecerán un tratamiento de diario así como unas pautas a seguir en épocas de crisis (cuando más le duelan las patas).

Panosteitis

Para finalizar, te hablamos de la panosteitis, una enfermedad poco conocida, pero que puede afectar a los cachorros (de 5 a 18 meses), sobre todo de algunas razas de perro grandes, como el pastor alemán.

Este problema se caracteriza porque se producen cojeras intermitentes, es decir, hay momentos en los que el perro hace vida normal, y otros en los que no puede mover la pata. Si bien eso quiere decir que se puede curar de manera natural y espontánea, cuando se producen varias crisis, lo más adecuado es que se acuda al veterinario para valorar el estado del cachorro, bien mediante una radiografía, bien mediante ecografía. De esa manera, se puede ver si tiene algún problema importante o que se pueda tratar.

Con el paso del tiempo, ese dolor se va intensificando, y el animal sufre bastante, por lo que paliar los efectos es la mejor solución para aliviarle.

Rotura de ligamento cruzado anterior

La también llamada “lesión de los futbolistas”, suele estar entre las afecciones más comunes dentro de la traumatología canina, y causa que los perros cojeen de una pata trasera.

¿Qué es el ligamento cruzado anterior? Es una banda fibrosa la cual une el fémur con la tibia, anclando esta última para evitar que se deslice hacia dentro o delante al mover la rodilla. Existe otro ligamento cruzado el cual también ofrece apoyo y consiste en el ligamento cruzado interno; sin embargo, el más externo es el que más suele sufrir roturas. Ambos ligamentos, al igual que los meniscos y algunas otras estructuras, se encargan de controlar la movilidad de la rodilla, además del fémur, rótula, tibia, etc.

¿Hay razas predispuestas a sufrir rotura del ligamento cruzado anterior?

Tu perro puede tener un esguince si cojea

A fin de simplificar la información, puede decirse que afecta, mayormente, a dos distintos grupos caninos los cuales son:

Perros de talla pequeña-mediana

Especialmente los que poseen patas cortas y son de edad media, como por ejemplo, el Carlino y el Shih Tzu. Dichas razas, aparte, poseen el inconveniente que supone estar predispuestas a desarrollar problemas de discolagenosis, que consiste en una degeneración del colágeno articular la cual aumenta el riesgo de padecer esta clase de patologías.

Perros de talla grande-gigante

Afecta principalmente a razas como el rottweiler, labrador y el mastín napolitano. Aunque, cualquier can podría presentar cojera en alguna pata trasera debido a la rotura de ligamento cruzado anterior, lo cierto es que afecta especialmente a los perros que realizan saltos en seco con el propósito de subirse en los sofás, ejercicios intentos sin ningún calentamiento previo e incluso una rotación manteniéndose parados para girar y coger una pelota.

¿Cómo distinguir esa cojera de otras?

Generalmente se deberá coger al perro de una pata trasera debido a la rotura del ligamento cruzado anterior aparece bruscamente y resulta bastante dolorosa, por lo que los canes caminan sin apoyar la pata o la apoyen muy levemente. Mientras se encuentran parados, suelen extender la pata afectada hacia el exterior, alejándola del cuerpo de manera que no deba soportar su peso y al sentarse, la extienden hacia el exterior o delante del cuerpo. De este modo, logran aliviar, un poco, la tensión de su rodilla.

Es posible que el perro presente inflamación de rodilla, aunque no siempre logra observarse. Los síntomas pueden ser menos o más intensos, de acuerdo a si el ligamento se ha roto completamente o de manera parcial.

¿Cómo se diagnostica la rotura del ligamento cruzado anterior?

El diagnóstico dependerá de cada caso, aunque es posible que el veterinario deba sedar al can para realizar lo que se conoce como “prueba de cajón”, donde tratará de desplazar hacia delante la tibia asegurándose de mantener el fémur en su lugar. Cuando el ligamento se encuentra roto, la tibia se desplazará mucho hacia delante sin problemas, dado que no hay nada que la mantenga en su lugar. Es necesario sedar al perro debido a que el movimiento le causara dolor y estando despierto mostrará resistencia.

Aunque la radiografía no permite confirmar la rotura, indica posibles signos de artrosis los cuales se presentan durante las primeras semanas después de la rotura del ligamento. La articulación de la rodilla comienza a degenerarse, las superficies articulares presentan irregularidades y todo agrava el pronóstico, por ello resulta importante llevar a tu perro al veterinario al percibir que cojea de una pata trasera, incluso levemente.

¿Hay tratamiento para la rotura del ligamento cruzado anterior?

Existen dos clases de tratamientos:

Tratamiento médico conservador

Cuando no se recomienda la cirugía, suelen indicarse medidas de rehabilitación a través de fisioterapia, las cuales podrían consistir en movimientos en agua y/o terapia láser, al igual que la administración de productos que ayuden a reducir la inflamación. Igualmente, debe seguirse una determinada dieta para impedir que el perro aumente de peso y así retraer la artrosis tanto como sea posible y/o fomentar la recuperación del cartílago articular.

Tratamiento quirúrgico

La intervención quirúrgica demanda bastante dedicación durante los días posteriores, al igual que una contínua vigilancia del perro para prevenir posibles movimientos bruscos. El can irá a casa llevando un vendaje que cubrirá completamente la pata afectada, y será responsabilidad del dueño asegurarse de que mantenga en reposo.

¿En qué consiste el tratamiento?

Si el perro cojea puede tener un hueso roto

El tratamiento resulta complejo y es posible tratar la rehabilitación mediante fisioterapia en los casos leves, brindando también una dieta de calidad especialmente elaborada para patologías óseas y articulares y asegurándose de no ofrecer calcio en exceso. Los protectores del cartílago y antiinflamatorios, como el condroitín sulfato y ácido hialurónico, se encuentra indicados con el fin de aliviar los síntomas y para la progresión.


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  1.   Gabi dijo

    Mi perra cojeaba y no salia nada en radiografias, siempre con pastillas…. ahora ha mejorado de hecho ya ni la veo cojear desde que le doy cissus de mascosana.

  2.   Salome dijo

    Soy veterinaria y estuve viendo estas cápsulas en mascosana, cissus. No venden al por mayor es marca propia de ellos. Es muy interesante porque hay otros cissus pero 100% no hay o es muy difícil de encontrar.

  3.   javier ruiz montoya dijo

    Buenas tardes. Por favor apoyenme. Mi perrita de 10 años, tiene un dolor muy fuerte en su pata trasera izquierda. SIgue comiendo y tomando agua, pero al parecer es insoportable…apenas la toco y llora muy fuerte, camina con dificultad y se mantiene casi todo el tiempo recostada. Por favor ayúdenme. No la he llevado a algún veterinario, primero por los problemas de salud vigentes en todo el mundo, pero también por que al llevarla, lo que siempre dicen: «Bueno es por la edad…y eso es todo.

  4.   milena dijo

    muy bueno el articulo, pero mi perro cojea de una pata trasera pero no tiene dolor, sube las escaleras bien, solo cuando baja la recoje a cada rato, me orientaron poner vitaminas, ya que piensan sea muscular. Que hacer.

  5.   María Rosa dijo

    Mi perro es un tilden de casi 8 años y hace 3 días esta cojo de la pata trasera no muestra signo de dolor pero no puede pararse porque su pata se va hacia adelante.le estoy dando media pastilla Rymadil ,puede ser que que haga falta alguna vitamina? Gracias