Entre los gestos más llamativos que podemos observar entre los perros encontramos el de lamer las orejas a otros. Esto es muy común, sobre todo entre canes que viven en la misma casa, y se trata de un hábito que puede tener su origen en distintas causas; su significado refleja desde un comportamiento obsesivo hasta una muestra de cariño.
Uno de los motivos más frecuentes es la higiene. Es evidente que los perros no alcanzan a lamer sus propias orejas, por lo que los miembros de su manada les ayudan. De esta forma limpian la zona, previniendo la acumulación de cera y los ácaros. Además, con esta especie de masaje les ayudan a relajarse.
Asimismo se trata de un gesto de cariño, que demuestra afecto y respeto; de hecho, suelen lamer las orejas al can dominante de la manada. Es la misma razón por la que los canes también lamen las orejas de sus dueños. Sin embargo en exceso puede resultar perjudicial, ya que favorece la producción de demasiada cera y la aparición de irritaciones.
En ocasiones esto ocurre porque el perro detecta alguna infección o abundancia de ácaros en el oído del otro. En este caso este hábito puede agravar el problema y dañar la boca o el estómago del can que lame, por lo que debemos actuar con rapidez. Si notamos que el animal se rasca a menudo, se sacude y su oído desprende mal olor, tenemos que llevar a ambos canes al veterinario para que los examinen, ya que puede que la infección se haya extendido.
Por último, a veces simplemente los perros se lamen las orejas entre sí porque les resulta agradable el sabor. No debemos olvidar que conocen el mundo sobre todo a través del sentido del olfato y del gusto, y que de esta forma son capaces de evaluar el estado de salud de otros ejemplares de su especie.
Mi perro lame la oreja de otra perrita de manera excesiva, y no obedece al llamarle la atención, queda como agitado cada vez que lo hace