Los beneficios de tener un perro van mucho más allá de la compañía y el afecto que nos brindan. Diversos estudios han demostrado que convivir con un perro no solo mejora nuestro estado anímico y social, sino que también tiene un impacto positivo en nuestra salud cardiovascular. Pasear con ellos, jugar o simplemente su presencia en nuestras vidas puede reducir el riesgo de enfermedades del corazón, mejorar la presión arterial y ayudar a controlar el colesterol.
Relación entre los perros y la salud cardiovascular
El impacto positivo de tener perros en la salud cardiovascular es un tema ampliamente estudiado. La American Heart Association publicó en su revista «Circulation» un metaanálisis en el que se concluyó que las personas que tienen perros tienen un 24% menos de riesgo de mortalidad por cualquier causa y un 31% menos de riesgo de muerte por causas cardiovasculares. Estos beneficios se deben en gran parte al aumento de la actividad física y a la reducción del estrés.
Estudios científicos que respaldan esta relación
Existen múltiples estudios que han analizado cómo la convivencia con un perro puede mejorar la salud del corazón. Uno de los más relevantes es el realizado por el Michael E. DeBakey Veterans Administration Medical Center de Houston (EE.UU.), en el cual se analizaron los hábitos de actividad física de más de 5.200 propietarios de perros. Los resultados mostraron que aquellos que paseaban a sus mascotas tenían un estado físico 54% más favorable en comparación con los que no lo hacían.
Otro estudio publicado en The American Journal of Cardiology revisó los casos de 424 personas que habían sufrido problemas cardiovasculares. Se encontró que el índice de mortalidad era cuatro veces mayor en aquellos que no vivían con un perro en comparación con quienes sí lo hacían.
¿Por qué los perros mejoran la salud del corazón?
Hay varias razones por las que tener un perro puede beneficiar la salud cardiovascular:
- Mayor actividad física: Pasear y jugar con un perro ayuda a mantener un estilo de vida activo, reduciendo el riesgo de obesidad, hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
- Reducción del estrés: La interacción con un perro disminuye los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que a su vez reduce la presión arterial y protege el corazón.
- Mejor salud mental: La compañía de un perro ayuda a reducir la ansiedad y la depresión, lo que contribuye a un mejor bienestar general.
- Mayor socialización: Sacar a pasear al perro fomenta la interacción con otras personas, lo que mejora la salud emocional y reduce la soledad, un factor que también influye en la salud cardiovascular.
Impacto positivo en la presión arterial y el colesterol
Otro aspecto importante es que diversos estudios han encontrado que convivir con perros ayuda a mantener niveles adecuados de presión arterial y colesterol. La revista Circulation analizó cómo los dueños de perros suelen tener valores más equilibrados en estos indicadores de salud en comparación con quienes no tienen mascotas.
Un estudio realizado en Japón con 5.253 personas concluyó que los dueños de perros cumplían en mayor medida las recomendaciones mínimas de ejercicio físico establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este aumento en la actividad diaria tiene un efecto directo en la reducción de la presión arterial y los niveles de colesterol.
Perros y recuperación tras un evento cardiovascular
Para las personas que han sufrido infartos o problemas cardíacos, la presencia de un perro puede ser clave en su proceso de recuperación. Investigaciones han demostrado que los dueños de perros tienen una mayor tasa de supervivencia después de un evento cardiovascular en comparación con aquellos que no conviven con estos animales.
Un análisis basado en el Registro Nacional de Pacientes de Suecia señaló que los pacientes con enfermedades cardiovasculares que poseían un perro tenían un menor riesgo de hospitalización y mejor calidad de vida.
Tenencia responsable de mascotas
Aunque adoptar un perro puede traer múltiples beneficios para la salud, es importante recordar que la tenencia responsable es clave. Un perro requiere cuidados adecuados, atención veterinaria regular, ejercicio y alimentación equilibrada.
Antes de decidir adoptar una mascota, es esencial considerar si se cuenta con el tiempo y los recursos necesarios para atender sus necesidades.
Tener un perro no solo llena nuestra vida de amor y compañía, sino que también contribuye a mejorar nuestra salud cardiovascular. Desde la reducción del estrés hasta fomentar un mayor ejercicio diario, los perros pueden ser grandes aliados para cuidar nuestro corazón. Si estás pensando en adoptar una mascota, considera que, además de recibir amor incondicional, podrías estar protegiendo tu propia salud.