Al igual que nos ocurre a las personas, los perros también pueden sufrir infecciones causadas por hongos. Estos microorganismos suelen proliferar en las zonas húmedas del cuerpo de nuestra mascota, como las orejas, las patas o los pliegues más profundos de la piel. La rojez, el picor y la irritación son algunos de los síntomas más comunes. Algunas razas son más propensas que otras a contraer estas infecciones, pero, por suerte, este problema cuenta con una solución efectiva.
¿Qué causa las infecciones por hongos en perros?
Los hongos prosperan en ambientes cálidos y húmedos, lo que los convierte en una amenaza latente para la salud de nuestra mascota. Entre los principales factores que pueden desencadenar una infección fúngica en perros, encontramos:
- Ambiente húmedo: Cuando un perro se moja con frecuencia y no se seca bien, la humedad puede crear el entorno perfecto para el desarrollo de hongos.
- Sistema inmunológico debilitado: Como en los humanos, un sistema inmunológico comprometido puede hacer que el perro sea más susceptible a infecciones de todo tipo, incluidos los hongos.
- Alergias cutáneas: La piel irritada y enrojecida por alergias al alimento o al ambiente puede convertirse en un caldo de cultivo para las infecciones.
- Mala higiene: Mantener una higiene deficiente en el perro y su entorno aumenta el riesgo de infecciones fúngicas.
- Genética: Razas como el Basset Hound, el Bulldog o el Cocker Spaniel son más propensas a sufrir infecciones fúngicas debido a sus pliegues en la piel y orejas caídas.
Síntomas de infecciones fúngicas en perros
Identificar una infección por hongos en nuestro perro es fundamental para actuar con rapidez. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Picazón e irritación: El perro se rasca, lame o muerde constantemente una zona afectada.
- Pérdida de pelo: Aparición de zonas sin pelo que pueden tener una apariencia circular.
- Olor desagradable: Algunas infecciones por hongos pueden producir un olor fuerte y característico.
- Piel enrojecida y con costras: Zonas inflamadas, con descamación o costras en la piel.
- Secreción en los oídos: Si la infección es en los oídos, puede haber inflamación, secreciones oscuras y mal olor.
Si notas algunos de estos síntomas en tu mascota, visita a tu veterinario lo antes posible.
Tratamiento para las infecciones por hongos en perros
El tratamiento dependerá de la gravedad de la infección y su localización, pero, en general, se pueden utilizar las siguientes opciones:
- Medicamentos antifúngicos: Estos pueden ser en forma de cremas, lociones o comprimidos orales según la intensidad de la infección.
- Baños con champú antifúngico: Usar un champú especial para perros con infecciones por hongos ayuda a eliminar la infección y aliviar los síntomas.
- Soluciones tópicas: En infecciones localizadas (como en las patas), es útil remojarlas en una solución con agua tibia, champú antifúngico y un poco de yodo.
- Control del ambiente: Lavar y desinfectar frecuentemente la cama del perro, sus juguetes y los espacios donde descansa.
¿Cómo prevenir una infección por hongos en perros?
La prevención es la mejor herramienta contra las infecciones fúngicas. Algunas medidas clave incluyen:
- Mantener una higiene adecuada: Bañar a tu perro regularmente con productos adecuados y asegurarte de secarlo bien después.
- Revisar su piel y oídos: Inspecciona regularmente las orejas, patas y pliegues cutáneos para detectar signos tempranos de infección.
- Evitar la exposición a fuentes de infección: Evita que tu perro entre en contacto con áreas muy húmedas o contaminadas.
- Cuidar su dieta: Una alimentación equilibrada refuerza el sistema inmunológico y mejora la salud de la piel.
Si bien los hongos pueden ser una molestia para nuestro perro, con las medidas adecuadas de prevención y tratamiento, podemos asegurarnos de que nuestra mascota se mantenga sana y libre de infecciones. Si sospechas que tu perro tiene una infección fúngica, consulta con tu veterinario para recibir el tratamiento adecuado.