Vender una vivienda cuando convives con perros es una situación cada vez más habitual, sobre todo en España donde el número de animales de compañía ha aumentado considerablemente en los últimos años. Es lógico que surjan dudas legales y prácticas: ¿hay algo que debas tener en cuenta antes de poner la casa en venta? ¿Influye tener un perro a la hora de encontrar comprador o formalizar la operación?
Lo cierto es que la presencia de un perro en casa no impide vender tu vivienda, pero sí conviene considerar varios aspectos para que todo el proceso resulte ágil y sin sorpresas. Tanto las normativas municipales como la comunidad de vecinos pueden establecer ciertas limitaciones, especialmente en lo referente a convivencia, higiene y cuidados del animal.
Requisitos legales y documentación del perro
En España, la Ley de Bienestar Animal establece que todo perro debe estar correctamente identificado con microchip y registrado en la base de datos correspondiente de tu comunidad autónoma. Si tienes la intención de vender tu casa, asegúrate de que tu mascota esté al día con la vacunación obligatoria, desparasitación y documentación veterinaria. Aunque no es un requisito directo para la venta de la casa, puede influir en la decisión del comprador si pregunta por cuestiones de sanidad o convivencia previa.
Por otro lado, si el perro pertenece a una raza considerada potencialmente peligrosa, hay que contar con la licencia y seguro de responsabilidad civil pertinente, lo cual puede ser consultado por el comprador si así lo desea.
¿Qué pasa con el perro durante las visitas o tras la venta?
Una de las preocupaciones habituales al enseñar una casa es cómo gestionar la presencia del perro durante las visitas de potenciales compradores. Es recomendable retirar al perro temporalmente o mantenerlo bajo control, especialmente si puede asustar, ladrar, o hay personas alérgicas, niños pequeños o simplemente poco acostumbrados al contacto con animales.
Además, mantener la vivienda limpia y sin olores es fundamental. Muchos compradores se fijan en posibles daños en suelos, puertas o muebles provocados por mascotas. Es recomendable reparar pequeños desperfectos y ventilar bien la casa antes de cada visita.
La declaración del perro y la compraventa
No existe, en general, una obligación legal de informar sobre la presencia de un perro como parte de la operación de compraventa de la vivienda. Sin embargo, puede ser útil indicar si se han cumplido las normativas de tenencia animal, especialmente en comunidades de vecinos que restrinjan el tamaño, número o acceso de mascotas a zonas comunes.
Si el comprador pregunta directamente, es recomendable explicar la historia de convivencia con animales en la casa de manera transparente, además de garantizar que no hay deudas o sanciones relacionadas con molestias ocasionadas por el perro.
Consejos prácticos para vender tu casa si tienes perro
- Prepárate para las visitas: Procura que la vivienda esté limpia, sin pelos, restos de juguetes o camas de mascota a la vista.
- Elimina olores: Ventila a fondo y usa productos neutros para evitar que el olor a animal sea un inconveniente.
- Soluciona desperfectos menores: Reparar arañazos, manchas o daños en el jardín puede facilitar la venta.
- Gestiona las emociones del perro: Si tu mascota es nerviosa ante extraños, busca un lugar o persona de confianza que la cuide durante las visitas.
- Habla con la comunidad de vecinos: Si existen restricciones, informa claramente al comprador sobre la normativa respecto a perros en el edificio o urbanización.
Poseer un perro no constituye un obstáculo para vender tu vivienda, pero requiere una gestión cuidadosa y planificada. Anticipar las dudas de los compradores, cumplir con la normativa de bienestar animal y presentar la casa en las mejores condiciones posibles puede marcar la diferencia entre una venta rápida y una situación que complique el proceso.