Como lo delata su nombre, el origen de esta raza de perros proviene de la península itálica, y una de su más míticas biografías fue la descripción que sobre la raza realizara el celebre Maquiavelo en sus escritos.
Pero pese a haber sido uno de los preferidos por numerosos nobles italianos que apreciaban sus dotes para la caza de osos y lobos, con el devenir del tiempo la raza del cane corso se fue perdiendo al cruzarse indiscriminadamente con otras, hasta que al final de la Segunda Guerra Mundial, entre las ruinas de una ciudad italiana, el profesor Giovanni Bonatti encuentra un ejemplar que reunía las característica del cane corso de pedigri y a partir del él comienza un intenso trabajo de recuperación de la raza que se coronaria con la fundación de la Sociedad de Amigos del Perro Corso.
Físicamente el cane corso se caracteriza por su poderosa musculatura solo equiparable con su increíble potencia. Su pelaje, corto y brillante, suele presentarse en tonos grises, rojizos, negros y atigrados.
En cuanto a su carácter, pese a haber sido destinado principalmente para la caza y el combate, no deja de ser amable para con los de su entorno y muy adaptativo para cualquier ambiente. Pero como todo perro de porte más bien grande, es conveniente brindarle un espacio adecuado para que pueda desplazarse con comodidad, y ejercitarse a diario.
Con un cane corso en la familia, seguramente nuestra casa estará muy bien protegida, ya que se trata de una raza con un instinto muy desarrollado para la vigilancia y la defensa de su territorio.
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