El galgo francés es una raza de perro con características únicas y una historia fascinante. Aunque su nombre sugiere un origen francés, su linaje está estrechamente vinculado a la península ibérica. Esta raza fue desarrollada originalmente para la caza y es conocida por su gran resistencia y velocidad. Su esperanza de vida es de alrededor de 12 años, lo que es relativamente común en perros de su tamaño.
Historia del galgo francés
Se cree que el galgo francés tiene sus orígenes ancestrales en España, a pesar de su denominación. Su linaje podría estar emparentado con el ‘sloughi’, una raza de galgos originaria del norte de África. A lo largo de los siglos, especialmente durante el siglo XVI y XVII, los galgos fueron cruzados con los Greyhounds con el objetivo de mejorar su velocidad, lo que contribuyó a su popularidad en Inglaterra e Irlanda.
No obstante, su verdadera expansión ocurrió en España, donde se utilizaban ampliamente para cazar. Los galgos adquirieron una imagen destacada entre la nobleza, y artistas como Goya inmortalizaron esta raza en sus obras, por ejemplo, en la pintura ‘La parte de caza’.
Características físicas
El galgo francés se caracteriza por su cuerpo delgado y atlético que le permite alcanzar grandes velocidades, una de sus características más valoradas en la caza. La talla de los machos oscila entre los 62 cm a 70 cm de altura y pesa entre 25 y 30 kg, mientras que las hembras son un poco más pequeñas con una talla de 60 cm aproximadamente y un peso promedio de 23 kg.
Además, existen dos tipos de galgos según su tipo de pelaje: uno de pelo corto y otro de pelo más largo, especialmente en la parte posterior de las patas. El pelaje corto es más popular, especialmente por su facilidad de mantenimiento y porque permite mayor agilidad en sus movimientos durante la caza.
Temperamento y comportamiento
El galgo francés es conocido por ser tranquilo, reservado y muy obediente . Aunque en su faceta de cazador es impetuoso y veloz, en el hogar es una mascota tranquila y afectuosa. Una de sus principales características es su alta sensibilidad, lo que significa que responde mejor a los entrenamientos basados en la dulzura y la paciencia, en lugar de los métodos estrictos. Este aspecto lo convierte en un perro ideal para familias que buscan un compañero leal y cariñoso.
Al ser un perro muy sensible, es propenso al estrés si se le deja solo durante largos períodos de tiempo o en ambientes ruidosos. Se lleva bien con los niños, ya menudo forma un fuerte vínculo con sus dueños, siendo un excelente perro de compañía cuando se le brinda el entorno adecuado.
Su capacidad visual es excepcional ; Sin embargo, su sentido del olfato no está tan desarrollado como en otras razas de perros de caza. Esta característica, junto con su gran velocidad, fue una de las razones por las que fue utilizado principalmente para la caza visual, en lugar de depender del olfato como otros perros rastreadores.
Cuidados y salud del galgo francés
El galgo francés es una raza generalmente saludable , pero su estructura y musculatura requieren algunos cuidados específicos. Para mantener sus músculos fuertes y tonificados, es fundamental darle ejercicio de forma regular, pero sin forzarle excesivamente. Al ser una raza naturalmente enérgica, las caminatas y ejercicios regulares son necesarios para mantener su salud tanto física como mental.
Los galgos son propensos a desarrollar algunas enfermedades como la displasia de cadera, una condición que afecta a muchas razas de perros medianos y grandes. También es importante cuidar su piel, ya que, debido a su pelaje corto, es más susceptible a sufrir heridas o irritaciones. Los chequeos veterinarios regulares ayudarán a detectar cualquier problema de salud de manera temprana.
Aunque su cuidado del pelaje no es complejo, es recomendable cepillarlo al menos una vez a la semana para eliminar el pelo suelto y mantener su piel sana. En cuanto al baño, no es necesario hacerlo frecuentemente, pero sí se debe cuidar que no quede humedad en sus pliegues, sobre todo en la parte posterior de las patas.
Alimentación
Una dieta equilibrada y rica en proteínas es esencial para el galgo francés. Debido a su metabolismo rápido y su actividad física, requiere una comida especial para perros de razas activas. Las porciones deben ser controladas para evitar el sobrepeso, que podría afectar su movilidad y predisponerlo a problemas de salud como la displasia.
Siempre es recomendable consultar con el veterinario para asegurarse de que está recibiendo la cantidad adecuada de nutrientes en su dieta, teniendo en cuenta sus necesidades específicas según su edad, peso y nivel de actividad.
Comparativa con otras razas
Comparando al galgo francés con otras razas de galgos , como el galgo inglés o el sloughi, podemos destacar varias diferencias clave. Mientras que el galgo francés tiene una apariencia ligeramente más robusta y musculosa, el galgo inglés es más estilizado. El sloughi por su parte, tiene un pelaje más denso y su capacidad olfativa está más desarrollada.
Sin embargo, todas estas razas comparten la misma capacidad para alcanzar grandes velocidades y su excepcional agudeza visual. Lo que destaca realmente al galgo francés es su carácter afable y su capacidad para adaptarse rápidamente a convivir en un ambiente familiar, sin perder su instinto de cazador.
El galgo español es también un pariente cercano, y aunque es igualmente valorado por su capacidad en la caza, se diferencia del galgo francés por ser menos musculoso y más ágil en terrenos difíciles, en los que la velocidad no siempre es el único atributo necesario.
¿Son buenos perros para la vida en apartamento?
Aunque pueda parecer contradictorio debido a su agilidad y tamaño, el galgo francés se adapta bien a la vida en apartamentos o espacios más reducidos, siempre y cuando tenga la oportunidad de ejercitarse regularmente. Estos perros suelen ser extremadamente tranquilos en casa, pasando gran parte del día descansando y mostrando una actitud relajada, lo que les permite adaptarse a la vida urbana.
«El galgo francés fuera del ámbito de la caza es conocido por su comportamiento tranquilo”, lo que lo convierte en un compañero ideal para dueños que prefieren un perro que no requiera actividad constante. Como mencionamos, es importante garantizar paseos regulares y algunas sesiones de Juego al aire libre para mantener su bienestar físico y mental, pero no es un perro que exija correr diariamente durante largas horas.
Adopción y responsabilidad
Al igual que muchas otras razas de galgos, el galgo francés puede encontrarse en organizaciones de adopción. En muchas ocasiones, galgos que han sido utilizados para la caza son abandonados o maltratados, por lo que adoptar un galgo no solo proporciona una nueva oportunidad para estos animales, sino que también reduce la demanda de cría indiscriminada.
Si estás pensando en adoptar un galgo francés, es importante que investigues sobre las necesidades específicas de la raza y te asegures de que puedes proporcionarle el cuidado y ejercicio que necesita. Además, es fundamental esterilizar o castrar a tu mascota para ayudar a controlar la sobrepoblación de perros abandonados.
Con un cuidado amoroso y afecto, el galgo francés puede ser un compañero excepcional. Su naturaleza tranquila y obediente lo convierte en un perro fácil de entrenar, y su lealtad lo hará formar un vínculo inquebrantable con su dueño.