Emparentado con el bichón maltés, frisé y habanero, el bichón boloñés es un perro pequeño, de pelaje largo y blanco. Es divertido, cariñoso y activo, muy familiar. Le encanta pasear, jugar y la compañía de los suyos, no suele presentar problemas de comportamiento ni de sociabilidad. Te contamos más sobre este gracioso animal.
Origen del bichón boloñés
Su origen más cercano se encuentra en Italia, siendo realmente populares entre las familias europeas de alta sociedad. Debe su nombre a la ciudad de Bolonia, donde adquirió una gran fama; de hecho, en los siglos XV y XVI, Felipe II habló de este perro como «el regalo más majestuoso que se le puede hacer a un emperador». Se convirtió en una mascota muy valorada por los monarcas, siendo considerado como un obsequio de lujo. Sin embargo, durante la Primera Guerra Mundial estuvo al borde de la extinción, pero algunos criadores lograron salvar la raza.
No obstante, probablemente sus antepasados se sitúen en el Antiguo Egipto, pues en las tumbas de algunos faraones podemos ver estatuas que recuerdan al bichón maltés. Aristóteles llegó a hacer mención a estos perros en el siglo IV a.C., a los que denominó canes malintenses. Más tarde, sería frecuentemente utilizado como perro ratonero en las zonas portuarias de varias ciudades del Mediterráneo; de hecho, el término “Maltés” proviene de “malat”, cuyo significado es “puerto”.
Carácter y comportamiento
En cuanto a su carácter, el bichón boloñés es dócil, leal y enérgico. Muy inteligente, aprende rápidamente las órdenes de adiestramiento y es muy ágil en los juegos. Es cariñoso con los suyos y algo sobreprotector, por lo que puede llegar a desarrollar ansiedad por separación. Le encantan los mimos y sentirse querido por toda la familia.
Suele ser sociable con otros animales y personas, aunque desconfiado con los extraños. Difícilmente presentan problemas de agresividad, y responden adecuadamente a los procesos de adiestramiento basados en el refuerzo positivo.
Cuidados y salud
Necesita algunos cuidados específicos, especialmente en lo que se refiere a su pelaje. Al ser denso y largo, debemos peinarlo con frecuencia para evitar los enredos y retirar la suciedad. También es importante que los cortemos frecuentemente, sobre todo cuando llegan las altas temperaturas. Además, debemos bañarlo cada mes y medio o dos meses con un champú específico para su tipo de pelo.
El bichón boloñés necesita salir a pasear entre dos y tres veces al día, así como seguir una dieta equilibrada que combine pescado, carne, verdura, pasta y fruta. Asimismo, es conveniente estimular su mente con diferentes juegos.
En cuanto a su salud, tiende a sufrir problemas en la piel, por lo que conviene examinarlo frecuentemente. También hay que supervisar la zona de las orejas y los ojos, muy sensibles para ellos, así como cortar sus uñas a menudo. Además, hay que cuidar sus dientes y encías, cepillándolos todos los días. Por otro lado, esta raza no tiende a sufrir ninguna enfermedad concreta.