Como parte de nuestra responsabilidad al cuidado de una mascota, debemos estar prevenidos ante determinadas situaciones. De ahí la importancia de aprender a realizar la técnica de reanimación cardiopulmonar a nuestro perro, pues gracias a ella podemos salvarle la vida en casos de parada cardiorespiratoria. En este post ofrecemos una guía básica.
Debemos realizar esta técnica cuando el perro se encuentre inconsciente, inmóvil o sufra un ataque respiratorio. Se basa en tres puntos claves: conducto respiratorio, respiración y compresión cardiaca. Te lo explicamos paso a paso.
1. Comprobar si el animal respira. Podemos posar la cabeza sobre su pecho, buscar el pulso en las patas o tratar de sentir su aliento. Si no respira, iniciaremos el proceso.
2. Exploramos sus vías respiratorias. En caso de encontrar algo que las obstruya, retirarlo inmediatamente si nos es posible. De lo contrario, debemos realizar la famosa maniobra Maniobra de Heimlich.
3. Tumbar al can sobre el costado derecho sobre una superficie plana. Después extendemos su cabeza hacia atrás para despejar el paso del aire y procedemos a realizar la respiración boca a boca.
4. Respiración artificial. Cerramos su mandíbula y cubrimos su nariz con la boca, aunque si el perro es pequeño podemos cubrir su hocico por completo tan solo con nuestra boca. Soplamos aire por las fosas nasales, realizando 5 o 6 respiraciones rápidas si el can es pequeño, y largas y profundas si es de raza grande. Si lo hacemos correctamente, veremos cómo su pecho se expande y se contrae.
5. Compresiones. Intercalaremos las respiraciones con compresiones en el pecho del animal, posicionando la parte inferior de las palmas de las manos sobre sus costillas sobre la caja torácita. En perros pequeños intercalaremos 3 respiraciones cortas con 10 compresiones; en medianos y grandes, 5 respiraciones con 15 compresiones. Repetiremos el ciclo hasta que el can recupere la consciencia.
6. Llamar al veterinario. Es necesario llevar al perro al veterinario inmediatamente para que determine la causa del problema y tome las medidas necesarias para que no vuelva a acudir.
Estos seis pasos resumen de una forma muy breve en qué consiste la reanimación cardiovascular. Lo más recomendable es realizar un curso o taller donde verdaderos profesionales nos expliquen cómo debemos actuar exactamente ante esta clase de situaciones, ejemplificándolo y resolviendo nuestras dudas.