La educación del perro es algo en lo que los dueños piensan desde que el cachorro o el perro ya adoptado llega a casa. Es complicado determinar la mejor educación para el perro, sobre todo porque no todos los perros actúan de la misma manera, aprenden igual o están interesados en las mismas cosas. Debemos conocer las limitaciones de nuestros perros y aquello que consideran interesante para reconducir mejor su educación.
En este sentido, la educación basada en el refuerzo positivo siempre es buena, porque creará un perro equilibrado, que no tiene miedo de explorar y de conocer cosas, pero que va a aprender los comportamientos gracias a refuerzos que son positivos para él, y por eso los va a repetir hasta interiorizarlos.
El refuerzo positivo está basado en el que el perro aprende rápidamente un comportamiento si con ello consigue un premio que le interesa. Ya sea una chuchería, una caricia o salir a pasear. Con esto creamos un comportamiento deseado, para que evite hacer aquello que no queremos. Es una forma de reconducir un mal comportamiento, evitando reñirle o castigarle, lo cual no tiene tan buenos efectos en su personalidad.
Cuando queremos enseñar al perro mediante el refuerzo positivo debemos tener cuidado en darle demasiados dulces o premios, ya que puede ir en contra de su salud. No todos los premios deben ser comestibles, ya que ellos también se sienten motivados cuando disfrutan de una caricia de su dueño.
En cuanto a los premios, debe ser algo que les guste, pero que también sea beneficioso para su salud. Podemos aprovechar para darle chucherías que les ayuden a mantener los dientes limpios de sarro, o bien alimentos que les aporten buenos nutrientes. En este sentido también podemos añadir algunos premios que sean de comida casera y sana, que les aporte menos calorías.