La fiebre es un síntoma muy común que puede tener nuestro perro más de una vez en su vida. Un simple resfriado, o una enfermedad más seria como lo es el parvovirus pueden ocasionar este malestar en el peludo.
Cuando se presenta, lo primero que debemos hacer es llevarlo al veterinario para que averigüe la causa, ya que de lo contrario podría correr peligro. Sólo cuando sepamos qué es lo que le ocurre, podremos tratarlo correctamente, combinando el tratamiento farmacológico con los remedios caseros para bajar la fiebre de mi perro que te vamos a decir a continuación.
El perro tiene fiebre cuando su temperatura corporal se encuentra por encima de los 39,2ºC. Si eso ocurre, el animal se puede sentir decaído, apático, puede perder el apetito y las ganas de jugar. Para que mejore, es muy recomendable humedecer una toalla con agua templada y cubrirlo. De esta manera, se sentirá algo mejor e, incluso, la fiebre podría remitir totalmente.
Otra de las cosas que podemos hacer es humedecer una esponja en agua fresca y pasarla por el abdomen, las axilas y las ingles. Si tiene la fiebre muy elevada, lo podremos bañar con agua fría durante diez minutos, no más. Después, lo secaremos bien con un secador de pelo para evitar que su salud empeore.
Si nada de esto funciona, podemos ponerle bolsas de hielo en la cabeza y entre las patas traseras durante unos cinco minutos para tratar de que la temperatura vuelva a ser normal.
Además de ello, es importante mantenerlo hidratado y fresco. Por eso, debemos darle agua fría (pero no demasiado), y tenerlo en una habitación donde pueda estar tranquilo. En ningún caso hay que poner el ventilador, pues podría coger frío y empeorar.
De no mejorar en dos o tres días, lo volveremos a llevar al veterinario.