Aunque el término “síndrome del perro negro” puede parecer exagerado, este fenómeno existe en muchas sociedades, causando que los perros con pelaje negro sean significativamente menos adoptables. Este término usado en refugios y albergues de animales, especialmente para perros de tamaño grande, responde a un fenómeno particular: la baja tasa de adopción de perros de pelaje negro frente a los de colores más claros, lo que en muchos casos agrava su situación al punto de requerir eutanasia cuando no encuentran un hogar definitivo.
Factores culturales que afectan la adopción de perros negros
Diversos estudios y observaciones han explorado por qué los perros negros tienden a ser menos adoptados. Una de las razones de esta “discriminación” radica en factores culturales. En algunas culturas, el color negro se asocia con conceptos negativos como la mala suerte, la muerte, e incluso la brujería. Este estigma no solo aplica a animales, sino también a diversas tradiciones culturales, donde lo negro es considerado algo siniestro o peligroso.
El impacto del cine y la literatura ha sido también determinante. En películas y libros, los perros negros —especialmente razas asociadas con la protección o la agresividad, como el Rottweiler o el Doberman— se presentan a menudo como animales peligrosos. Esta idea se refuerza en la mente de los potenciales adoptantes, quienes, de forma inconsciente, descartan a estos perros frente a otros de colores más claros.
A este prejuicio cultural se suma la asociación humana de colores claros con cualidades positivas. En contraste, los colores claros se asocian con la pureza y la belleza, lo que aumenta las probabilidades de adopción de perros dorados, blancos o de colores más vistosos frente a sus congéneres oscuros.
Visibilidad y percepción visual: la “invisibilidad” de los perros negros
Otro factor crucial es la falta de visibilidad que experimentan los perros negros en los refugios. Este problema puede parecer trivial, pero en realidad afecta significativamente su adopción. Al estar en jaulas oscuras o mal iluminadas, los perros negros son menos visibles que aquellos con pelaje claro, lo que disminuye su atractivo y la conexión emocional inicial que los adoptantes suelen sentir.
Además, los rasgos faciales de los perros negros son más difíciles de percibir en comparación con los de pelaje claro. Las caras de los perros de color más claro suelen transmitir expresiones más evidentes, lo que genera mayor empatía por parte de los adoptantes. Un estudio de la Universidad de Columbia Británica reveló que los perros negros recibían puntuaciones más bajas en cuanto a amabilidad y simpatía en comparación con perros de colores más claros.
Este hecho se agrava en las redes sociales y páginas web de adopción. Los perros negros son más difíciles de fotografiar, ya que sus rasgos no se destacan tan claramente ante la cámara, lo que reduce significativamente sus probabilidades de ser adoptados a través de plataformas de internet. Sin una buena visibilidad, difícilmente lograrán captar la atención de quienes navegan en búsqueda de un nuevo miembro para la familia.
Preferencias de tamaño y raza en la adopción de perros
Aparte del color, el tamaño del perro y la raza también juegan un papel significativo en las probabilidades de adopción. Si bien los perros pequeños suelen ser adoptados más rápidamente, los perros grandes, especialmente aquellos con pelaje oscuro, sufren una doble discriminación: por su tamaño y por su color. Las razas como Pitbulls, Rottweilers y Dobermans son particularmente vulnerables a este fenómeno.
Un estudio de la Universidad de Louisville demostró que, aunque el color negro no era el único factor determinante, los perros negros grandes tenían menos probabilidades de ser adoptados que los perros más pequeños. Esta subadopción puede deberse a la percepción de los grandes perros negros como animales más agresivos o difíciles de manejar.
Además del tamaño, el tipo de raza influye enormemente. Los perros de raza pura tienen una mayor probabilidad de ser adoptados rápidamente en comparación con los perros mestizos, que con frecuencia son desacreditados. Este prejuicio afecta también a los perros con pelaje oscuro, que en su mayoría son mestizos y de tamaño medio o grande.
Acciones para combatir el síndrome del perro negro
Si bien el fenómeno del síndrome del perro negro es una realidad que impacta a muchos perros, existen diversas iniciativas para mitigar esta situación. Una de las más efectivas ha sido la promoción fotográfica profesional de los perros negros, en la que los refugios invierten en sesiones de fotos que resaltan sus cualidades físicas y sus personalidades. Esto aumenta las probabilidades de que los posibles adoptantes se interesen por ellos al poder verlos mejor en plataformas en línea o campañas visuales.
Organizaciones como SANE en el Reino Unido han llevado a cabo fuertes campañas de concienciación para animar a los adoptantes a elegir perros negros. Estas campañas han logrado que aumenten las tasas de adopción para estos perros, demostrando que muchos prejuicios pueden ser superados con un poco de sensibilización pública.
Adoptar un perro negro también se ha incentivado como una opción solidaria y responsable. Al desmentir los mitos que rodean a estos perros y diferenciar entre lo superficial (su color) y sus características reales (su carácter y temperamento), los adoptantes pueden formar lazos tan fuertes y duraderos como con cualquier otro perro.
Los refugios también han implementado activamente programas de socialización y entrenamiento para perros negros. Se ha demostrado que los perros entrenados para interactuar con las personas y para realizar trucos simples son más adoptables. Al entrenar a los perros negros y superar las dificultades visuales antes mencionadas, los refugios mejoran significativamente sus tasas de adopción.
Es importante recordar que el fenómeno del síndrome del perro negro no se limita solo a los perros. También afecta a los gatos negros, que sufren de supersticiones similares que dificultan su adopción. Afortunadamente, campañas conjuntas y políticas de concienciación similares han comenzado a derribar estos estigmas.
Adoptar un perro negro debe verse no solo como un acto de bondad, sino como una oportunidad para romper con tendencias injustas. Estos perros ofrecen el mismo amor, lealtad y compañía que cualquier otro. No existe ninguna justificación lógica para negarse a adoptar un perro sencillamente por el color de su pelaje.
A mi me gustan los animales tengan ellos cualquier color de pelaje. La verdad es que talvez la mayoria de las personas creen que los animales de pelaje oscuro sean más agresivos, por asociar este color a los Doberman o Rotweiller. En lo caso de los gatos, existe un prejuicio, por asociar el color del gato negro con el traer mala suerte o magia. Lo que no tiene nada que ver. Los animales puden ser agresivos o no, independiente del color de su pelo. Casi siempre el caracter de los perros es determinado por el tipo de creacion que recibe de sus dueños.
Marcia, tienes toda la razon, somos nosotros los seres humanos quienes educamos de una forma u otra a nuestra mascota. He conocido perros blancos, muy pequenos que parecen inofensivos y son mas agresivos que cualquier otro animal.
No le hecho la culpa a los perros por su color. Me gustan todos los perros sean negros o blancos. Me da mucha lata «desprecien» a los perros por su color :C
Tengo un perro negro que es muy bonito 😀
A mi tambien mi perra me defendio de que me robaran en la calle,es una labradora retriever negrisima, azabache ,es un amor, super cariñosa conmigo pero hace dar miedo a las personas… no sabia que existia este prejuicio con los perros negros …la verdad …
Eso no es asi a mi me encantan los perros de color negro tuvimos una perrita de color negro y era muy pasiva, muy cariñosa, para mi era como mi propia hija la queriamos muchisimo mis hijos y yo.
Yo tengo una perra negra adoptada de la calle, está encariñada con toda la familia, solo que cuando ve un desconocido le ladra, pero no le muerde. Los Rottweiler solo me dijeron que son agresivos, los Pitbull vi uno o dos y eran calmados, y los Dóberman no se