Muchas personas prefieren los perros de mayor tamaño ya que piensan que estos son más tranquilos que los perros pequeños, quienes cuentan con un temperamento diferente. Los pequeños caninos se ganaron la fama de ser celosos y de mal carácter, sobre todo ante la presencia de extraños, pero tampoco debemos quitarles mérito ya que también son más ágiles y felices.
Esta conducta distintiva en los perros pequeños a veces se relaciona con lo que se conoce como el síndrome del perro pequeño, un trastorno de comportamiento que suele manifestarse porque los dueños tienden a tratarlos como si fueran mascotas inofensivas debido a su tamaño, permitiendo conductas que en perros grandes serían corregidas instantáneamente. Vamos a profundizar en qué es este síndrome, por qué ocurre y cómo podemos solucionarlo.
¿Qué es el síndrome del perro pequeño?
El síndrome del perro pequeño es un conjunto de conductas problemáticas que los perros de razas pequeñas suelen desarrollar, principalmente debido a la forma en la que sus dueños los tratan. Se trata de un síndrome de comportamiento donde los perros muestran actitudes dominantes, como ladridos excesivos, agresividad, o desobediencia, que en un perro grande serían percibidas como peligrosas, pero que en perros pequeños no se corrigen adecuadamente.
Esto sucede porque muchos propietarios de perros pequeños los ven como inofensivos, permitiéndoles el acceso a conductas que no aceptarían de un perro más grande, como gruñir, saltar sobre los humanos y dominar el espacio del hogar. El comportamiento del perro tiene un claro motivo: al sentirse vulnerables por su tamaño, los perros pequeños recurren a actitudes dominantes como mecanismo de protección. Además, el constante refuerzo por parte de los dueños a través de mimos o caricias cuando el perro actúa de manera inapropiada refuerza estas conductas.
Causas y síntomas del síndrome del perro pequeño
La principal causa del síndrome del perro pequeño es el tratamiento inadecuado que se les proporciona a estos perros desde cachorros. A continuación, te detallamos algunas de las principales causas y los síntomas que muestran los perros que padecen este síndrome.
Causas:
- Falta de disciplina: Los dueños no aplican reglas claras a sus mascotas pequeñas como lo harían con un perro grande.
- Sobrecarga de mimos: Si ante conductas inapropiadas como ladrar, gruñir o saltar, el perro recibe atención o caricias, esa conducta se refuerza positivamente.
- Inseguridad: Debido a su tamaño, los perros pequeños pueden sentirse más vulnerables, lo que se manifiesta en conductas agresivas o dominantes.
- Sobreprotección: Muchos dueños de perros pequeños tienden a llevarlos en brazos, lo que refuerza el sentimiento de dependencia y dominancia del perro sobre su entorno.
Síntomas:
- Ladridos excesivos: Un perro con síndrome del perro pequeño suele ladrar sin razón justificada.
- Agresividad: Los perros pequeños pueden gruñir o intentar morder ante cosas que perciben como amenazas, incluso si en realidad no representan ningún peligro.
- Problemas de socialización: El perro no se lleva bien con otros animales o personas, mostrando hostilidad o miedo.
- Desobediencia: No respeta las órdenes de su dueño y actúa de manera independiente.
- Ansiedad por separación: Se resisten a quedarse solos en casa y pueden comportarse de manera destructiva cuando lo hacen.
Cómo afecta el síndrome del perro pequeño a la convivencia
Este tipo de comportamiento puede hacer que la convivencia con el perro sea complicada. Un perro que no se siente sometido a ninguna autoridad puede imponer sus reglas sobre el hogar y convertir situaciones cotidianas en conflictos. Algunos ejemplos comunes incluyen el comportamiento territorial hacia los dueños o la casa, el hecho de que el perro no tolere que otros animales o personas entren en el hogar, o que se vuelva dominante con el espacio o los muebles (por ejemplo, negándose a bajarse de los sillones o camas).
El problema principal radica en que muchos dueños no perciben estas conductas como problemáticas. Aunque un perro de tamaño grande haciendo estos comportamientos sería corregido de inmediato, en el caso de los perros pequeños, los dueños tienden a hacerlo ver como algo gracioso o sin importancia.
Cómo corregir el síndrome del perro pequeño
Lo más importante para corregir este síndrome es entender que los perros pequeños también requieren reglas firmes y coherentes. A continuación, te expongo algunas pautas a seguir:
- Disciplina: Establece normas claras con tu perro desde una edad temprana. No permitas que domine el hogar ni que invada espacios como la cama o los sofás sin permiso.
- Fomentar la socialización: Exponer al perro a diferentes entornos y animales evitará que desarrollen temores inseguros que luego puedan llevar a problemas de agresión.
- Establecer límites físicos: No sobreprotejas a tu perro ni lo lleves en brazos constantemente. Permítele caminar, explorar y relacionarse de manera natural con su entorno y su entorno social.
- No recompenses malas conductas: Si el perro ladra o se comporta mal, no lo tranquilices con caricias o mimos. Esto solo refuerza las malas conductas.
- Pedir ayuda a un profesional: Si las conductas se han vuelto incontrolables, lo mejor es recurrir a un adiestrador profesional que implemente un plan personalizado para tu mascota.
Tratar el síndrome del perro pequeño no siempre es fácil, pero con paciencia y consistencia se pueden corregir estas conductas. Si comienzas a disciplinar y educar a tu perro de manera adecuada, verás mejoras notables en su comportamiento y podrás disfrutar de una convivencia mucho más tranquila y feliz.