La gingivitis es otra de las enfermedades que podemos padecer tanto los seres humanos como los canes. Se trata de una fuerte inflamación de las encías, a menudo provocada por una infección bacterial que, a su vez, puede tener su origen en diferentes causas. Entre sus síntomas más comunes podemos nombrar sangrado, dolor, mal aliento y caída de dientes, dando lugar a problemas más graves si no ponemos remedio a tiempo.
A menudo, esta enfermedad es la consecuencia de una deficiente higiene dental, ya que ésta da lugar a una destacable acumulación de sarro. Sin la limpieza adecuada, los restos de comida quedan acumulados en los rincones y grietas de las encías, dando lugar a una importante proliferación de bacterias. Éstas provocan la aparición de cálculo dental o sarro, el cual ocasiona la separación de los dientes respecto al hueso. Sin el tratamiento correcto, puede desembocar en periodontitis.
Los síntomas de la gingivitis son similares a los que sufrimos las personas, por lo que son fáciles de percibir. Entre ellos encontramos inflamación y rojez en las encías, sangrado, acumulación de sarro, halitosis, salivación excesiva, secreción de pus, dolor, dificultad para masticar y caída de dientes. Ante cualquiera de estas señales debemos acudir a un veterinario.
El diagnóstico se realiza mediante una exploración oral exhaustiva, que suele ir acompañada de un análisis de sangre y orina para descartar la presencia de determinadas enfermedades. A veces también es necesaria una radiografía o una biopsia de la encía o cultivos bacterianos. Una vez diagnosticada la enfermedad, se iniciará el tratamiento.
El mismo suele comenzar con una limpieza dental profesional, que en ocasiones incluye la extracción de los dientes más perjudicados. Es común, tras esto, la administración de anti inflamatorios, antibióticos y el uso frecuente de enjuagues orales. Asimismo, a veces son necesarios algunos cambios en los hábitos alimenticios.
La mejor manera de evitar la gingivitis es la prevención. Debemos cepillar los dientes y encías de nuestro perro a diario, siempre con un cepillo y un dentífrico especial para canes. Además, es recomendable el uso de un enjuague oral, también específico para estos animales, y las revisiones veterinarias habituales.