La sarna es una enfermedad de la piel que afecta a un buen número de especies animales, como los perros. Puede estar causada por varios tipos de ácaros, que generalmente se contagian por el contacto con otros animales o elementos infectados. Si no se trata adecuadamente, puede tener graves consecuencias.
Tipos de sarna
Dependiendo de los ácaros que ocasionen la infección, tiene lugar un determinado tipo de sarna. La lista es larga, aunque en esta ocasión vamos a limitarnos a hablar de las tres clases más comunes:
- Sarna sarcóptica. También conocida como sarna común, está producida por el ácaro Sarcoptes Scabiei y es la más frecuente en los perros. Se contagia a través del contacto con otros animales u objetos infectados, provocando fuertes picores en la piel del can, así como enrojecimiento, inflamación y alopecia. Puede contagiarse a los seres humanos. Afortunadamente, es curable.
- Sarna demodécica. Conocida comúnmente como sarna roja, es producida por el ácaro Demodex Canis. Este parásito habita permanentemente en los folículos pilosos del perro y se produce de forma indiscriminada cuando el can se encuentra bajo de defensas o vive en unas condiciones insalubres. En ese caso se produce este tipo de sarna, que afecta principalmente al rostro, aunque puede propagarse por el resto del cuerpo. No se propaga mediante el contacto, por lo que todo aquel que conviva con el animal está fuera de peligro.
- Sarna otodéctica. Está ocasionado por el ácaro Otodectes Cynotis, que ataca tanto a perros como a gatos y se propaga por la zona de las orejas, dando lugar a una fuerte otitis. Se transmite por contacto con otros animales infectados, causando enrojecimiento, picor intenso, irritación e inflamación.
Síntomas
En estos tres casos, los síntomas son similares. Entre los más comunes encontramos:
- Picor.
- Enrojecimiento.
- Alopecia localizada.
- Erupciones, escamas y llagas.
- Mal olor.
- Pérdida del apetito.
- Apatía.
- Debilitamiento general y, en casos extremos, fallecimiento.
Tratamiento
Si advertimos la más mínima señal de sarna en nuestro perro, debemos acudir al veterinario inmediatamente. Él sabrá administrar el tratamiento adecuado, teniendo en cuenta el tipo de sarna y las características generales del can (raza, edad, enfermedades, etc.). Normalmente se recetan acaricidas por vía oral, inyectables o para tratamiento tópico, que contengan ivermectina, selamectina, moxidectina o milbemicina oxima entre sus componentes.
Además, es probable que tengamos que usar champús o polvos especiales para bañar al animal, así como analgésicos e inflamatorios. Por otro lado, en caso de sarna otodéctica, se administrará un medicamento especial para los oídos. De cualquier forma, tenemos que ser constantes y cumplir el tratamiento completo.
Prevención
Podemos tomar algunas medidas de prevención para evitar este problema:
- Una buena higiene. Los cepillados diarios, así como un baño cada mes y medio o dos meses, son una de las grandes claves para prevenir las enfermedades cutáneas. También es esencial mantener limpio su entorno.
- Evitar el contacto con animales o elementos infectados. Ante la más mínima sospecha de sarna en cualquier animal, será mejor que no permitamos que nuestro perro se acerque. De igual forma, hay que huir de los objetos que dicho animal haya podido contagiar: bebederos, collares, mantas, etc.
- Alimentación adecuada. Si nuestro perro mantiene las defensas en buen estado, reduciremos enormemente sus probabilidades de padecer sarna demodécica.
- Calendario de vacunación. Mantener al día el calendario de vacunación de nuestra mascota, así como las revisiones frecuentes y las desparasitaciones, son imprescindibles para prevenir la sarna.