Las personas mayores lamentablemente a menudo acaban viviendo solas, ya sea en sus casas o bien en residencias. Con el paso del tiempo, y a medida que envejecen, van perdiendo habilidades sociales, no porque ellas lo quieran así, sino porque poco a poco la tristeza y la soledad las van apagando.
Para todas ellas, la terapia con perros para ancianos puede ser muy beneficiosa, pues pueden recuperar la sonrisa perdida tantos años atrás.
Y es que un perro bien entrenado es un animal que se hará querer rápidamente, pero además, ayudará a las personas a mostrarse más abiertas, más sociales. Es increíble lo mucho que puede cambiar su rostro cuando están acompañadas de un peludo tan amigable como es el can. Con esta alegría renovada, es fácil que interaccionen entre ellos, que mantengan conversaciones reales y que, sin darse cuenta, trabajen algo tan sencillo para nosotros como lo es la manipulación, la destreza o la comunicación.
La vejez no espera a nadie. Cuando el cuerpo se va acercando a la tercera edad, las articulaciones se empiezan a gastar más rápidamente. Una manera de no perder habilidades es cuidando de un perro, ya que por ejemplo cepillándole, se fortalecen los músculos de la mano y parte del brazo.
Los ancianos que tienen más problemas pueden volver a tener el rostro iluminado cuando un simpático perro se planta delante de ellos. Así, se sienten más animados para seguir adelante, lo cual es muy, muy positivo.
Con todo, no es de extrañar que la terapia con perros esté tan bien documentada: se estima que hay miles de experiencias y casos clínicos exitosos con ancianos que sufren bloqueos emocionales.
Te dejamos con un precioso vídeo para que sepas más sobre la cantidad de beneficios que tiene la terapia con perros para ancianos: