El Thai Ridgeback pertenece a una de las razas de perros más puras y auténticas que existen. Su apariencia deja ver un porte elegante y atlético, sin embargo, se debe tener presente que la raza se está dando a conocer recientemente ya que ha permanecido aislada en su Tailandia original por varios cientos de años.
Las peculiaridades en la existencia del Ridgeback tienen fuertes y debilidades que todo dueño de esta mascota debe conocer. Su impecable salud se debe a una selección natural en la evolución de la raza. Por otro lado, las funciones caninas de perro de guarda y cazador lo han convertido en un perro con carácter decidido que requiere de educación y socialización temprana para adaptarse como mascota.
La historia del Thai Ridgeback: un recorrido del aislamiento a la popularidad
El Thai Ridgeback es una raza de perro originaria de la zona Este de Tailandia. Por la ubicación y cultura del área donde se propagó este perro se ha mantenido aislado del mundo por siglos. La función que se le fue otorgada estaba relacionada con defender carruajes y cazar presas peligrosas como jabalíes y serpientes.
El nombre Thai se refiere a su origen tailandés y Ridgeback es la palabra inglesa cuyo significado es cresta atrás. El término se utiliza para las razas cuyo pelaje de la espalda está en dirección contraria al resto del manto. Esta característica los cataloga entre las razas caninas primitivas y es señal inequívoca de que es antigua y con poca mezcla.
La FCI (Federación Canina Internacional) publicó el estándar oficial del Thai Ridgeback recientemente en el año 2003, clasificándose en la sección 7 del grupo 5, en la que se reúnen los perros de caza primitivos o de tipo Spitz. Progresivamente se está haciendo popular y está sufriendo su metamorfosis como mascota de compañía.
Características
La raza del Thai Ridgeback es de aspecto exótico y un temperamento muy activo y familiar. En su zona de origen existían medios de comunicación escasos por lo que el aislamiento los mantuvo alejados de occidente por más de tres siglos. Esto ha dado como resultado que presenten sus características con pocas alteraciones.
El cuerpo del Thai Ridgeback corresponde a un perro de raza mediana y forma rectangular. La musculatura es evidente y notoria su robusta fuerza y perfecta resistencia física. Su apariencia es imponente y decidida logrando intimidar como perro guardián.
Los machos tienen una altura a la cruz desde 56 cm hasta 61 cm, con un peso promedio de unos 30 kilogramos. Sin embargo, las hembras son un poco más pequeñas con una altura en cruz que varía entre los 51 cm y 56 cm, llegando a pesar un promedio de 23 Kilogramos.
La cabeza de los perros de esta raza es estrecha un poco redonda hacia la parte superior. El hocico es alargado con forma de cuña y el stop moderado y definido. En estado de alerta se les forma unas arrugas en la frente que les da un particular y distintivo aspecto completado por ojos color oscuro o ámbar y forma de almendra.
La mandíbula del Thai Ridgeback es fuerte con mordida de tijera y labios pegados y pigmentados. La fuerte dentadura oculta una lengua que puede tener una mancha negra. Las orejas son rectas hacia arriba e inclinadas adelante y el cuello es fuerte y con una ligera curvatura.
Estos perros son de espalda fuerte y lomo ancho. La grupa se muestra un poco inclinada. El vientre está bien recogido, y el pecho es profundo con costillas desarrolladas. Los miembros traseros muestran unos muslos marcados y patas rectas que finalizan en pies ovalados.
El manto del Thai Ridgeback se encuentra formado por pelos cortos y finos, con una cresta en la espalda que crecen en el sentido contrario del resto del pelaje. Algunos, presentan remolinos y coronas en las extremidades. En lo que respecta a las tonalidades los estándares solo admiten los colores azul, negro, castaño claro o rojo con máscara negra en sus ojos, preferiblemente.
Temperamento
El carácter del Thai Ridgeback muestra de forma evidente la forma en que ha sido entrenado por generaciones. Es un perro guardián que protege a su familia, por lo que naturalmente es desconfiado con los extraños. Disfruta y solicita la compañía, pero disfruta de su espacio personal es especial mientras come o duerme.
Esta mascota es amigable con las personas de su entorno familiar y no suele ser muy paciente con los niños por los que es preferible no dejarlos solos sin supervisión. Es necesario educar a los más pequeños para tratar con el debido respeto a los perros de esta raza.
Los Thai Ridgeback no son diferentes a cualquier perro, ya que responden positivamente al buen trato, a los refuerzos positivos y educación temprana o adiestramiento de adultos. Por su naturaleza requieren de una cuota importante de ejercicio físico elemento esencial en el equilibrio de su carácter.
Educación
La inteligencia del Thai Ridgeback le permite responder positivamente al entrenamiento en especial si este se realiza desde que es un cachorro. Cabe destacar que a pesar de su aspecto imponente y naturaleza primitiva no es diferente a otras razas en lo que respecta a la educación.
Es muy importante que los dueños de esta raza de perros lo eduquen desde temprano a socializar con otras personas y mascotas. Debe aprender a gestionar la mordida para evitar incidentes y por supuesto a seguir las órdenes básicas.
Siempre es importante educarlo con refuerzo positivo y si por alguna razón la mascota se adopta adulta puede entrenarse sin ningún problema. Esta raza ha mostrado ser muy proactiva y le fascina las actividades al aire libre y practicar deportes caninos.
Salud y enfermedades
El Thai Ridgeback es una raza bastante longeva pudiendo llegar a vivir hasta quince años en condiciones normales. No es una raza con enfermedades de tipo genéticas que se hayan registrado. Como todo perro se debe cuidar del deterioro en la salud que puede proporcionar la negligencia de los dueños como no vacunarlos, desparasitarlos o la mala alimentación.
Como perro de tamaño mediano es posible que pueda presentar problemas de displasia de cadera. Fuera de las mencionadas su anatomía no se inclina por ninguna otra enfermedad por lo que para mantener a los perros de esta raza solo se requiere de los cuidados básicos y mucho ejercicio.
Cuidados
El Thai Ridgeback requiere de cuidados bien simples. Principalmente se deben respetar las recomendaciones del veterinario en cuanto al calendario de vacunas y la alimentación adecuada, según los requerimientos y el desarrollo de la mascota.
Solo se deben usar productos y alimentos especiales para los perros y cumplir con los cuidados de higiene para evitar alergias, parásitos, hongos u otros. El baño se debe realizar una vez al mes solo si el perro lo requiere y si se puede esperar más mejor. La piel de estas mascotas es sensible y necesitan conservar sus aceites naturales que lo protegen de enfermedades de la piel.
Por tener un pelaje corto requerirán de un cepillado semanal para eliminar pelo muerto y parásitos. La limpieza de orejas ojos y dentadura no se puede olvidar y realizarlo según las instrucciones del veterinario. La nutrición es muy importante ya que estos perros tienen mucha energía. Se debe resaltar que la mayoría de los nutrientes de la dieta del Thai Ridgeback debe venir de la proteína animal.
La actividad física es esencial y lo mejor es que las mascotas cuenten con espacio suficiente para andar, correr y explorar; aparte de realizar juegos de inteligencia rastreo y búsqueda. Si el espacio físico es una limitante deben pasear de dos a tres veces diarias un periodo de 45 minutos aproximadamente.