Hacer que el perro acuda a la llamada es una de las cosas más difíciles a las que nos enfrentamos a la hora de adiestrarlo. Si estamos ante un perro por naturaleza obediente, en seguida lo entenderá y vendrá, pero no todos logran asimilarlo rápido o quieren acudir simplemente. Por eso hay trucos para que la llamada funcione.
Si eres de los que se pasa el rato llamando a su perro, con voz cada vez más alta, para ver cómo este lo ignora o se va a oler cosas o a saludar a otros perros, puede que tengas que poner en práctica las tácticas para educarlo. Dejar que haga lo que quiera nunca es bueno, ya que finalmente nos encontraremos ante un perro maleducado.
Lo primero que debemos hacer es practicar la llamada en un lugar en el que no tenga estímulos. Un lugar como casa, que ya conocen y que no tienen la necesidad de explorar es lo ideal. Así se mantendrán atentos asimilando la enseñanza. Además, el mejor momento es después de hacer ejercicio, cuando se encuentran más relajados.
Llevar chucherías con bastante olor es otro truco que suele funcionar con los perros más golosos. Si el tuyo es de los que se pasan el día buscando comida, lo dejará todo para acudir si sabe que le vas a dar una de sus golosinas favoritas, ya sea un cacho de salchicha o unas galletas de perro. Es importante que las huela antes de salir, porque así sabrá que las llevas. Es el truco del refuerzo positivo, un premio por hacer aquello que queremos.
En definitiva, el mejor truco siempre será tener paciencia. Puede que nuestro perro sea del que va logrando las cosas poco a poco, pero con los avances nos sentiremos más positivos. Han asimilado una enseñanza cuando la toman como un hábito.