Entrenamiento focalizado
Hacer que el perro acuda a la llamada es una de las cosas más difíciles a las que nos enfrentamos a la hora de adiestrarlo. Si estamos ante un perro por naturaleza obediente, en seguida lo entenderá y vendrá, pero no todos logran asimilarlo rápido o quieren acudir simplemente. Por eso hay trucos para que la llamada funcione.
Si eres de los que se pasa el rato llamando a su perro, con voz cada vez más alta, para ver cómo este lo ignora o se va a oler cosas o a saludar a otros perros, puede que tengas que poner en práctica las tácticas para educarlo y conseguir la atención de tu perro. Dejar que haga lo que quiera nunca es bueno, ya que finalmente nos encontraremos ante un perro maleducado.
Lo primero que debemos hacer es practicar la llamada en un lugar en el que no tenga estímulos. Un lugar como casa, que ya conocen y que no tienen la necesidad de explorar es lo ideal. Así se mantendrán atentos asimilando la enseñanza. Además, el mejor momento es después de hacer ejercicio, cuando se encuentran más relajados.
Llevar chucherías con bastante olor es otro truco que suele funcionar con los perros más golosos. Si el tuyo es de los que se pasan el día buscando comida, lo dejará todo para acudir si sabe que le vas a dar una de sus golosinas favoritas, ya sea un cacho de salchicha o unas galletas de perro. Es importante que las huela antes de salir, porque así sabrá que las llevas. Es el truco del refuerzo positivo, un premio por hacer aquello que queremos.
En definitiva, el mejor truco siempre será tener paciencia. Puede que nuestro perro sea del que va logrando las cosas poco a poco, pero con los avances nos sentiremos más positivos. Han asimilado una enseñanza cuando la toman como un hábito.
Por qué algunos perros no vienen cuando los llamas
- Nombre sin asociar: si no reconoce su nombre, la llamada pierde efecto. Empieza reforzando que se gire al oírlo.
- Asociación negativa: llamar para reñir, quitarle algo o terminar el juego hace que «ven» signifique algo desagradable.
- Demasiados estímulos: fuera de casa hay olores, personas y perros que compiten con tu refuerzo.
- Temperamento y novedad: perros muy inquietos o en entornos nuevos necesitan más práctica y progresión.
Reforzar con premios
Cómo construir una llamada fiable paso a paso
Prepara el escenario: llama solo en situaciones con alta probabilidad de éxito. Si sabes que no vendrá, no quemes la señal.
Usa siempre la misma palabra (por ejemplo, ven o aquí), con tono alegre y agudo. Evita mezclar comandos y no repitas en bucle.
Hazlo divertido: al llamar, retrocede unos pasos o corre alejándote para activar el instinto de persecución. No conviertas la sesión en algo monótono.
Premia cada llegada al principio: comida sabrosa, juguete, juego de forcejeo o permiso para volver a jugar. Varía el refuerzo para mantener alto el interés.
Nunca riñas por venir y evita llamar para cosas desagradables (baño, cortar juego, cepillado). Si necesitas terminar el paseo, realiza varias llamadas premiadas antes de atar la correa.
Integra la llamada en la rutina: di la señal antes de servir la comida, coger la correa o abrir la puerta; así la asocia con eventos positivos.
Seguridad y control: utiliza una correa larga (5–10 m) en las primeras fases y suéltalo solo en lugares seguros y a horas tranquilas.
Cuida el momento: evita entrenar justo después de comer por seguridad y porque su motivación por la comida será menor.
Ejercicios prácticos y progresiones
- Llamada con repetición: en paseo con correa, llama, retrocede y recompensa al llegar. Progresar con cuerda de 5 m y luego 10 m, añadiendo distracciones controladas.
- Motivación con ayudante: alguien sujeta al perro, tú te alejas, llamas y lo sueltan cuando está deseando correr hacia ti. Refuerza con entusiasmo.
- Escondite: comienza en casa y pasa a exteriores; al encontrarte, refuerzo grande. Aumenta su atención hacia ti.
- Juego como premio: si adora el tirón, usa el forcejeo como refuerzo potente cuando llegue, alternando con comida.
- Modelo social: practica con un perro que ya tenga una llamada fiable; el tuyo tenderá a imitar y ganar velocidad.
Errores comunes que sabotean la llamada
- Convertir la señal en castigo (llamar para quitarle algo o reñir).
- Entrar en “corre que te pillo”: si lo persigues, aprenderá a esquivarte como juego.
- Desgastar la señal llamando cada minuto o cambiando la palabra.
- Olvidar el refuerzo o quitarlo demasiado pronto; reduce gradualmente cuando sea consistente.
Frecuencia, vínculo y atención
Practica a diario 5 minutos en casa y sube la dificultad poco a poco. Refuerza también la atención espontánea: si te mira o se acerca por iniciativa, premia.
Trabaja el vínculo con juego, paseos de calidad y necesidades cubiertas; un perro conectado a su guía elige volver incluso ante distracciones intensas. Si persisten las dificultades, consulta con un educador o etólogo.
Una llamada realmente fiable combina progresión inteligente, refuerzos variados, cero castigos por venir y constancia. Cuando la señal se asocia siempre a cosas buenas y se practica en contextos crecientes, tu perro aprende que responderte es la opción más valiosa y segura.
