El Xoloitzcuintle tiene un nombre casi imposible de pronunciar, por lo que mucha gente les llama simplemente xolos o perros azteca mexicanos. Lo que es indiscutible es que se trata de un perro muy peculiar, y una raza poco conocida fuera de las fronteras mexicanas. Ahí está muy valorado, y los ejemplares suelen ser bastante caros.
Este perro tiene la cualidad de casi no tener pelo. Hay una variedad con pelo, que hace que no se le distinga casi de los perros mestizos, excepto para los expertos. La más valorada es la raza que casi no tiene pelo y que cuenta con una piel oscura. Además, lo hay en varios tamaños, desde pequeño a mediano y grande.
Este perro pertenece a una de las razas más antiguas del continente americano, contándose en más de tres mil años su presencia en la historia. Hay indicios de que los aztecas los tenían como animales sagrados, vinculados al dios Xólotl, el dios del inframundo. Se creía que estos perros protegían a los difuntos en su viaje al más allá.
Este perro destaca por ser un poquito tímido con los extraños, pero es muy amistoso y fiel con la familia. También es atlético, por lo que hará falta realizar ejercicio a diario con él. La gran ventaja es que no habrá que recoger pelos, ni peinarlo, porque casi no tienen. Además, no desprenden olor, por lo que es una raza ideal para tener incluso en un piso, sobre todo si se elige al xolo más pequeño.
Esta raza, no obstante, puede resultarle extraña a quienes no estén acostumbrados a los perros sin un denso y suave pelaje. Son como los Crestados chinos, que no gustan a todo el mundo. Pero su carácter ha hecho que se convirtieran en un animal apreciado por familias.