Nuestras mascotas forman parte de nuestra familia, pero como tal, también debemos ponerles límites. En muchas ocasiones, nuestro perro sube al sofá sin que le demos permiso, haciendo que se convierta en un lugar para su disfrute y no para el nuestro. Sin embargo, esto puedes evitarlo si sabes cómo.
Evitar que el perro se suba al sofá puede ser algo difícil, sobre todo porque pueden haberlo adquirido como un hábito. Pero es necesario ser constante y actuar de forma certera para lograr los resultados deseados. Aquí te damos algunas pautas para que consigas que tu sillón vuelva a ser un lugar para ti.
Normalmente, los perros se mueven por un sistema de recompensas, aprendiendo por refuerzo positivo o negativo. Si nos pasamos el día regañándolos, nos encontraremos con que, cuando se quedan solos, encontrarán subir al sofá como una recompensa, ya que no hay regaño alguno. Es por eso que debemos actuar cuando estamos en casa, sin preocuparnos tanto por lo que sucede después, ya que por el momento no se puede controlar.
Hay que reforzar positivamente el comportamiento que queremos que se repita, incluso cuando no estamos. Es por eso que tenemos que poner un lugar confortable cerca del sofá, que ellos entiendan como su espacio. Si sube, bajarlo y colocarlo en su cama. Hay que hacerlo las veces que sea necesario. Cuando veamos que se queda quieto en su lugar, entonces hay que recompensarlo, con una chuchería o un juguete.
Hay que ser constante, y hacerlo a diario, de forma que lo asimilen y lo hagan siempre, incluso si no estamos. Además, la cama de nuestra mascota ha de ser muy cómoda, para que no prefiera el sillón. Por último, no hay que olvidar que solo hay que darle cariño cuando no hayan subido al sofá.
Más Información – Cómo educar a un perro ansioso con la comida