A la hora de adoptar un perro siempre debemos pensar en qué tipo de peludo puede ser el mejor para nosotros y nuestro estilo de vida. Hay perros muy activos, para las personas deportistas, perros caseros para los que adoren estar en el sofá y perros con una personalidad llena de simpatía. A la hora de escoger un perro para una persona mayor hay que tener en cuenta las limitaciones de la tercera edad y que no todos los perros son adecuados para ellos.
Una persona mayor puede mejorar mucho con la compañía de un animal, y es que tener un perro les ayuda a tener las defensas más altas, a reducir las enfermedades y a mantenerse más activos. Es por eso que añadir una mascota a una casa con una persona mayor puede ser una gran idea.
Lo primero que debemos pensar es que una persona mayor va a necesitar un perro que sea tranquilo. Los cachorros quedan normalmente descartados, porque están llenos de energía y todavía no están educados. Van a necesitar una actividad y unos cuidados que una persona mayor puede no darle. Lo mejor es escoger un perro mayor, que ya tenga aprendidas normas básicas y que además tenga un carácter tranquilo. De esta forma, podrán dar pequeños paseos, pero se mantendrán haciendo compañía a la gente mayor durante el día sin ningún problema.
Los perros pequeños son siempre la mejor opción en estos casos. Son perros que no tiran y que además son muy manejables. Además, así es más fácil que las personas mayores puedan atenderlos, bañarlos y peinarlos que si fuesen un perro de raza mediana o grande.
El carácter siempre es importante, por lo que es mejor que el perro sea tranquilo, pero además tenga empatía. Hay perros que hacen compañía y conectan rápido con los humanos, pero hay algunas razas que son un poco más independientes, como pueden ser los Huskys.