Unos de los atributos especiales de esta raza es la lealtad que profesa, esa cualidad lo hace realmente atractivo. Es un perro muy tenaz y activo, con mucho ingenio, una gran fuerza y una increíble agilidad.
Se puede decir que tiene su origen en Inglaterra, justo en el siglo XIX, pero actualmente es una raza muy consolidada en los Estados Unidos de América.
Características
Corresponde tristemente a las razas que eran utilizadas para pelear contra otros animales, principalmente otros perros. Hoy en día esta práctica está eliminada por razones éticas. Por su parte el American Kennel Club, AKC, la reconoce estableciendo diferencias bien marcadas con el Pitbull.
Los ejemplares de esta raza son robustos y fornidos, de cabeza grande y de mandíbulas muy fuertes. La AKC los describe como “elegantes”. Sus ojos son grandes y redondos y su nariz es negra.
Las patas se caracterizan por ser cortas, de hecho los de patas largas y delgadas no son aceptados para esta raza. Su pelaje es corto y liso y presentan una variedad de colores que incluyen blanco y negro, aunque también los hay de color atigrado.
Respecto a su altura, los estándares señalados por la institución AKC refieren una altura que debe oscilar entre 46 y 50 centímetros en el caso de los machos y 44-48 centímetros en el caso de las hembras.
Personalidad
Uno de los aspectos más destacados de esta raza es su personalidad y este es un rasgo muy valorado en cuanto a perros se refiere, de hecho un temperamento estable es el factor decisivo para la toma de decisiones.
El American Stanford se puede decir por experiencia que es muy conformista, complaciente y le encanta estar rodeado de personas. No le separes nunca de ti, se crean unos vínculos tan intensos qué le podrían ocasionar mucho daño a su autoestima. Así mismo es muy protector con la familia.
Es una raza de perro tan sociable, que se sentirá muy a gusto con cualquier persona que él reconozca como amigo.
Carácter del American Stanford
Podemos decir al respecto que este ejemplar canino es muy extrovertido y tiene un carácter muy afable. También son perros muy afectuosos, juguetones y con una energía envidiable. Buenos compañeros y muy familiares además de protectores cuando está en compañía de niños.
También debido a que posee una musculatura robusta y se caracteriza por la energía que tiene, es necesario que libere el estrés y hacer que se canse, para ello la ejercitación es necesaria, ya que lo hará sentirse sano y contento.
Este perro no suele involucrarse en peleas, pero como todo ejemplar que tiene raza de terrier, tendrá el instinto de responder si es retado. Para eso, el correcto adiestramiento hará que abandone comportamientos inadecuados.
Es una raza muy adecuada para el campo, aunque también encaja bien en la vida urbana. Es fácil convivir con él, ya que se sentirá muy cómodo si se siente querido.
Un espacio abierto donde pueda jugar y pasear será muy apreciado por él, pero también puede vivir en un piso siempre que su dueño este cerca. Es un perro que necesita que le demuestres afecto muy a menudo.
El Pitbull Terriers y el American Stanford son razas que vienen de la misma rama ancestral, criados para luchar. Pero la raza ‘Stanford’ a medida que ha pasado el tiempo, ha suavizado mucho su carácter, ya que es un perro muy hogareño y le gusta estar siempre acompañado.
Cuidados
Si eres un apasionado de esta raza sabrás que son perros saludables en términos generales, pero no descuides las visitas regulares al veterinario para poder llevar un control.
Este ejemplar a pesar de su buena forma presenta algunos problemas cardiacos, afectaciones en la cadera por displasia, evidencia de cataratas, y hay que tener cuidado con algunos desórdenes sexuales.
Muchas veces es recomendable la esterilización o la castración según sea el sexo del animal. Debes vigilar también cualquier cambio de comportamiento y acudir al veterinario en caso de que sea necesario.
Socialización de la raza
Su socialización debe empezar a una edad temprana, ya que por experiencia sabemos que cuando se le prepara en los entrenamientos y en la educación desde cachorro, se garantiza que su comportamiento y hábitos sean amigables.
Se puede decir que en su etapa de cachorro es más fácil el adiestramiento, ya que aprende lo básico y por lo tanto nos aseguramos así que no causará problemas en un futuro.
Esto no significa que no lo puedas adiestrar cuando el perro es adulto, solo que la tarea será más compleja porque le toca desprenderse de algunos hábitos adquiridos, incluso quitarle algunos miedos. En este caso se necesitará contar con apoyo profesional como parte de los estudios científicos que analizan el comportamiento y que se conoce como etología.
De cachorro será un poco bullicioso en la medida que vaya explorando el hogar donde le ha tocado vivir. Se divertirá mucho explorando, incluso mucho más allá de lo permitido. Obviamente deberás vigilar que no dañe objetos de la casa ni que coma algo inapropiado, su curiosidad puede ser señal de alarma.
Debes tener gran cuidado con cables eléctricos y objetos que representen un peligro para el animal. De todas formas, con las pautas y normas a las que deberá someterse, entenderá y estará en capacidad de recibir órdenes para su comodidad y la de la familia.
En el caso de interactuar con otros animales, no habrá ningún problema. Contrariamente a la falsa creencia el American Stanford se relaciona muy bien con otros perros, sin embargo procura su adiestramiento y socialización, sobre todo ejercítalo mucho para que gaste energías.
La decisión de tener un perro en casa siempre va a implicar una serie de responsabilidades y compromisos, y es por este motivo que hay que reflexionar muy bien a la hora de tomar una decisión para conseguir uno.
Esta raza cada día gana más adeptos y cada vez se ve más en los hogares. Si sigues las pautas para su cuidado y entrenamiento tendrás una mascota fiel, sociable y muy cariñosa.