El yorkshire terrier es una raza de tamaño pequeño, enérgico, sociable y juguetón. A pesar de su apariencia frágil, es un perro fuerte que suele gozar de una excelente salud. Dinámico y cariñoso, adora los retos físicos e intelectuales, así como los paseos al aire libre. No obstante, al igual que todas las razas, es más susceptible a sufrir determinadas enfermedades.
Para empezar, al igual que otros perros pequeños, el yorkshire puede presentar algunos problemas con sus piezas dentales, ya que las raíces de sus dientes son muy finas y el tamaño de su boca muy reducido. Por ello, se recomienda cuidar especialmente su dentadura mediante los cepillados frecuentes y ofreciéndole pienso seco de alta calidad. Además, si el veterinario lo cree conveniente, sería necesario realizar limpiezas profesionales habituales.
Por otra parte, la zona de su tráquea es muy delicada, por lo que es mejor usar un arnés que un collar que presione directamente su cuello. Esto cobra mayor sentido si el perro tiende a tirar de la correa durante el paseo, ya que puede llegar a toser y tener dificultades para respirar. Además, esta raza es propensa a sufrir daños en la garganta.
A pesar de ser una raza de gran fortaleza, a una edad avanzada sus articulaciones pueden sufrir lesiones. Por ello debemos cuidarlas procurando que el pequeño no salte desde superficies demasiado altas y paseando por zonas blandas como césped o tierra. Además, puede padecer luxación patelar, una enfermedad que produce la dislocación de sus patas y fuertes dolores.
Asimismo, el proceso de gestación y parto puede llegar a ser realmente complicado para esta raza. Es fundamental que un veterinario supervise toda esta etapa y que atienda el parto para solucionar los posibles problemas que puedan surgir.
Finalmente, los yorkshire son más susceptibles que otros perros a padecer urolitos; es decir, cálculos en la vesícula. Este trastorno se caracteriza por el aumento excesivo de orina y la presencia de sangre en la misma, y requiere atención veterinaria inmediata. A veces es necesaria la cirugía para acabar con el problema.