La piel del perro es tan importante como la nuestra. Aunque tengan su manto y pelaje, lo cierto es que la piel los protege de gérmenes e infecciones, y todo ello si se encuentra en perfecto estado. Como decimos, tienen su gran pelaje, lo que hace que la piel se encuentre mucho más protegida que la nuestra, pero esto no evita que a veces tengan algunos problemas en ella.
Los cuidados de la piel deben ser constantes, y pasan por hábitos que debemos tener. Pero hay que tener en cuenta que su ph no es como el nuestro, por lo que los cuidados no son iguales. Si tenemos un perro que cuenta con afecciones en la piel, ya sea descamación, rojeces o falta de pelo, hay que acudir al veterinario, ya que hay causas variadas que pueden provocar esto.
Dependiendo del pelaje del perro, el cepillado debe hacerse cada dos días o cada semana. Esta es una de las formas más sencillas de cuidar la piel, y es que el pelaje está directamente relacionado con la salud de la piel. Si su pelaje está cuidado y retiramos el pelo muerto, la piel se airea y se mantiene en buen estado, sin humedad ni gérmenes.
El baño es otro de los puntos importantes, y es que no debemos bañarlos constantemente o estropearemos la protección natural de la piel. Además, siempre debemos comprar champú específico de perros, formulado para su ph, que no les daña la piel. Utilizar el nuestro puede crearle problemas en la piel y en el pelaje así que no debe hacerse nunca.
La alimentación es otra parte que debe cuidarse. Una alimentación adecuada se traduce en una piel sana y en un pelaje brillante. Para muchos perros que sufren alergia y problemas de piel incluso hay comida especial que les ayuda con ese problema.