Todos los que convivimos con algún peludo de cuatro patas sabemos lo importante que es para ellos el contacto físico. Los perros, al ser animales que viven en grupos familiares, no les gusta pasar mucho tiempo solos pero, aún así, se ven obligados a hacerlo cuando conviven con nosotros. ¿Qué mejor que darle un masaje al llegar a casa después del trabajo? 😉
Es una manera muy buena de conseguir que se tranquilice, y sobretodo de que sepa lo mucho que le queremos y de lo importante que es para nosotros. Pero, antes de dárselo, te vamos a explicar cómo preparar la zona de masajes para perros.
Encuentra el sitio apropiado
El lugar donde el perro va a recibir su masaje tiene que ser una habitación tranquila, donde al menos en ese momento no pase gente y pueda disfrutar de tu compañía y cariño. Además, tiene que ser cómodo y agradable, y no debe sentir ni frío ni calor.
Propórcionale una colchoneta
O una cama. Es importante que el perro pueda estar cómodo en todo momento, ya que así le será mucho más fácil disfrutar del masaje que le darás. Independientemente de lo que elijas, tiene que estar colocado sobre el suelo, ya que si estuviera por ejemplo en el sofá podrían surgir problemas.
Si es de tamaño pequeño, puedes darle el masaje colocándolo sobre tu regazo 😉 .
Demuéstrale lo mucho que le quieres
Durante el masaje, háblale en tono de voz suave. Dile lo mucho que le importas. Esto le ayudará a sentirse mucho mejor, lo cual servirá para que el masaje surta el efecto deseado, que no es otro que hacer feliz al peludo.
Y cuando termines, dale una golosina a modo de premio. Seguro que le encantará.
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