Aunque no lo creas, así como nosotros los seres humanos sufrimos de situaciones estresantes que pueden hacer que nuestra salud se debilite y hasta que nuestro comportamiento se modifique, nuestros animalitos también pueden padecer este mismo estrés. Incluso los perros, son los animales domésticos más propensos a sufrir de estrés.
Es importante que diferenciemos los tipos de estrés que pueden padecer nuestros perros. Primero tenemos el estrés causado por alguna enfermedad, por no salir a dar paseos regulares, por una alimentación no adecuada para él, entre otras. Y también está la ansiedad, un tipo de estrés producido por la separación de sus dueños, por las fobias, o el nerviosismo al estar cerca de extraños.
Si has empezado a notar que tu perro sufre del primer tipo de estrés, es importante que empieces a preguntarte cuáles son las causas de este, si por ejemplo es la alimentación, te recomiendo que consultes con el veterinario para que te recomiende otro alimento; si por el contrario es la falta de ejercicio o una vida sedentaria, entonces empezar a tratar de salir más seguido a correr o a jugar con él. De esta manera podremos mejorar la calidad de vida y eliminar los niveles de este tipo de estrés en nuestro perro.
Si lo que quieres tratar es el segundo estrés, la ansiedad, debes como en el primer caso, analizar las razones por la que se producen para poder abordar el problema. Debe ante todo, evitar premiar este tipo de comportamientos y tratar de ignorarlos para que tu perro no te manipule. Si lo que lo estresa son miedos o fobias, recurre donde un especialista para que ayude a tu animal.