La fiebre es un síntoma claro de que a nuestro perro está luchando contra alguna enfermedad. Sin embargo, no sólo tenemos que saber cuál es su temperatura corporal, sino que también nos tendremos que fijar en su comportamiento para poder estar completamente seguros de que al peludo le ocurre algo.
Por estos motivos, vamos a explicarte cómo saber si mi perro tiene fiebre y qué puedes hacer para que mejore.
Síntomas de fiebre en los perros
Una manera rápida de saber si la salud de nuestro perro se está debilitando es tomándole la temperatura introduciéndole un termómetro de plástico en la zona rectal. Para ello, se debe de limpiar bien el instrumento con agua, secarlo a consciencia y ponerle un poco de lubricante para luego introducírselo al can. Es probable que no le guste nada, por lo que es muy aconsejable que, mientras una persona le toma la temperatura, haya otra que lo sujete.
Si el termómetro marca 39ºC o más, sabrás que el animal tiene fiebre. Y podrás confirmarlo si además presenta algunos de estos síntomas: vómitos, diarrea, pérdida de apetito, malestar, tristeza, nariz seca y/o caliente, temblores, secreciones nasales, agresividad, sueño.
Tratamiento de la fiebre en perros
Una vez que sepas que, efectivamente, tiene fiebre, lo primero que has de hacer es llevarlo al veterinario. Hay muchas enfermedades, como el parvovirus, que si no son detectadas a tiempo pueden resultar fatal para el perro. Por eso, antes de hacer nada siempre es mejor que lo examine un veterinario, quien le pondrá un tratamiento adecuado para él.
El tratamiento consistirá, dependiendo del caso, en darle antibióticos o, si el caso es leve, ponerle una toalla bañada en agua tibia y cubrirlo durante algunos minutos para luego secarlo a consciencia y evitar, así, un resfriado.
La fiebre puede ser un indicador de enfermedad grave. Si sospechas que tiene, llévalo al profesional veterinario.