Todos los que convivimos con estos maravillosos peludos queremos lo mejor para ellos, y por supuesto, también para su dentadura. Conseguir un perro con dientes sanos y fuertes no es difícil, pero a veces puede ser necesario hacer algunos cambios en su dieta, además de en su rutina diaria.
Se estima que el 80% de los perros mayores de tres años tienen algún problema bucodental. ¿Qué hacer para que el nuestro no entre dentro de ese porcentaje?
Dale una alimentación de calidad
El perro es un animal carnívoro, de modo que para que su cuerpo y sus dientes estén lo más sanos y fuertes posibles es sumamente importante que coma carne. Hoy en día encontramos muchos piensos que están hechos de este alimento, y que no llevan ningún tipo de cereal, como por ejemplo Orijen, Acana, Taste of the Wild, Applaws,… Cualquiera de ellos, además de gustarle, seguro que le cuidará bien 🙂 .
Límpiale los dientes
Desde cachorro es necesario acostumbrarlo a la rutina de lavarle los dientes. Nos haremos con un cepillo y dentífrico específico para perros, y se los iremos limpiando suavemente, retirando los restos de comida que tenga entre ellos. Después, le daremos un premio en forma de caricia y palabras bonitas por su buen comportamiento.
Ofrécele huesos de vez en cuando
Los cánidos salvajes, es decir, aquellos que viven en sus respectivos hábitats y que se cuidan sin que el ser humano intervenga, como los perros salvajes africanos, se limpian sus dientes masticando huesos. El perro doméstico, aunque lleve varios miles de años conviviendo con nosotros, necesita hacer lo mismo. Por lo tanto, de vez en cuando le daremos un hueso que sea más grande que la longitud de su boca que esté crudo.
Si no nos termina de convencer, podremos ofrecerle masticadores que sirven también para limpiarle los dientes.
Llévalo al veterinario
Al menos una vez al año el veterinario debe de revisar su estado de salud y sus dientes para poder detectar cualquier enfermedad a tiempo. Además, hay que tener siempre presente que un diagnóstico precoz puede servir para que el animal se recupere antes.
Así, aunque el perro se lo haya pasado genial en el jardín, sus dientes continuarán estando sanos 🙂 .