Cuando convivimos con un perro tenemos que hacer todo lo posible para que viva feliz y seguro a nuestro lado. Una de las tareas más importantes que debemos hacer es cortarle las uñas, sobretodo si es un animal que no es sacado mucho al exterior ya que de lo contrario le podrían llegar a crecer tanto que llegaría un momento que no podría caminar correctamente.
Por lo tanto, vamos a ver cuándo debo cortar las uñas a mi perro y cómo se tiene que hacer para que, de esta manera, se puedan prevenir los problemas causados por las uñas largas.
Las uñas crecen de manera continua desde muy temprana edad. Cuando el perro camina sobre terrenos de tierra, éstas se van recortando de forma natural; sin embargo, hoy en día más de la mitad de la población humana vive en ciudades, de modo que sus peludos desde muy cachorros sólo pisan un único suelo: el asfalto.
Debido a ello, el corte de uñas ha pasado a ser una tarea muy necesaria para cuidar de estos magníficos animales. Gracias a ella, no tendrán que preocuparse de nada pues podrán caminar bien todos los días de su vida y no causarán daños a sus compañeros ni familiares. Pero, ¿cuándo empezar a cortárselas?
Estos peludos son animales de costumbres, así que cuanto antes empecemos mejor. Lo ideal es empezar a cortárselas cuando son cachorros, ya que así les será mucho más sencillo acostumbrarse. Para ello, lo primero que hay que hacer es ir al veterinario para preguntarle cuánto podemos cortar, ya que dependiendo de la raza, edad e incluso del color de la uña (si es rosada se podrá cortar un poco más que si es negra al poder verse mejor su interior) podremos cortarla más o menos.
Él nos recomendará utilizar tijeras de hoja corta y realizar el procedimiento poco a poco. Así se evitará que el peludo se asuste.