No todos los dueños de animales conocen a la temida procesionaria del pino, pero los veterinarios saben bien de qué animal se trata, porque provoca unas terribles reacciones alérgicas y urticarias a quien entra en contacto con ellas. Como dueños debemos conocer este animal y sobre todo evitar los entornos en los que pueda estar, porque pueden llegar a ser muy peligrosas para el perro.
Cuando se va terminando el frío y da comienzo la primavera, es cuando aparecen estos animales. La procesionaria del pino es muy reconocible y además solo la encontramos en lugares en donde hay pinos, por lo que en principio, si evitamos estos sitios, no deberíamos tener ningún problema.
La procesionaria es un tipo de oruga que cuenta con más de 500.000 pelos que son como un dardo envenenado, cada uno de ellos. Estos pelos pueden provocar reacciones alérgicas, urticaria e incluso problemas en las vías respiratorias. No se puede decir que tengamos un lugar determinado en donde hay procesionaria, porque se ha encontrado en toda la Península y en las Baleares, casi como una plaga.
Estas orugas están en los pinos, y se pueden reconocer porque parecen telas de araña en forma de bolas en las ramas. Cuando la oruga baja del pino lo hace de una forma característica, de ahí su nombre, ya que lo hace como si fuese en una procesión, una detrás de otra. Si las vemos por algún lugar lo mejor es no acercarnos ni tocarlas, y mucho menos acercar al perro.
El problema llega cuando los perros, explorando, tocan e incluso intentan comer a alguna oruga. Se han dado infecciones tan fuertes que la vida del perro ha corrido peligro. Si vemos que hay procesionaria por una zona por la que paseamos con el perro lo mejor que podemos hacer es evitarla durante los meses de primavera y buscar entornos en donde no tengamos pinos.