El sistema digestivo de los perros funciona de forma diferente al de los seres humanos, por lo que algunos alimentos inofensivos para nosotros pueden causar graves daños en su organismo. En el caso concreto de las frutas, mientras algunas aportan grandes beneficios a estos animales, otras resultan altamente perjudiciales para ellos. A continuación mostramos una lista de las frutas que jamás debe consumir nuestro can.
1. Aguacate. Su toxicidad viene dada por su contenido en persina, una sustancia presente tanto en las hojas como en la semilla y el fruto. So consumo continuado ocasiona vómitos, problemas estomacales y pancreatitis, entre otros trastornos. Resulta especialmente tóxica para los perros, gatos, caballos y aves.
2. Uvas y pasas. En pequeñas cantidades provocan diarrea, pero en porciones elevadas pueden dar lugar a graves daños en el hígado y el riñón, llevando al perro incluso a la muerte. Se desconoce cuál es el componente exacto que causa estas reacciones; en todo caso, lo mejor es evitarlas.
3. Cerezas y albaricoque. Al igual que ocurre con la manzana, es el hueso el que resulta tóxico para estos animales, ya que contiene cianuro. Su ingesta puede llevar a la insuficiencia respiratoria y a la muerte, siendo necesaria una rápida intervención veterinaria.
4. Cítricos. Algo menos dañinos que los anteriores, los cítricos contienen un alto porcentaje de azúcar, lo que acarrea vómitos, diarrea y dolor abdominal. Además, favorecen la obesidad.
5. Grosellas. Sus efectos adversos son similares a los de las uvas. Su ingesta en grandes cantidades pueden provocar un fallo renal, dando lugar a vómitos, diarreas y problemas mucho más graves. Si el perro las consume, hemos de llevarle a una clínica veterinaria inmediatamente.
Existen otras frutas recomendables para los canes, como la manzana, el plátano o la sandía. En cualquier caso, hay que evitar que coman las semillas o los huesos, altamente tóxicos para ellos, y dárselas siempre en pequeñas cantidades. Asimismo, lo más conveniente es consultarlo previamente con nuestro veterinario de confianza.