Son muchas las mascotas que se han hecho famosas en redes sociales. Algunas se lo deben a su adorable aspecto, como el Pomerania Boo, y otras a sus conmovedoras historias, como la pequeña Marnie. En esta ocasión presentamos a Juji, un Goldendoodle (mestizo de Golden y Caniche) al cual su dueño agranda ópticamente en sus fotomontajes, creando imágenes divertidas y originales.
El fotógrafo estadounidense Christopher Cline es el artífice de esta idea. Vive en Minnesota junto a su perro y su novia, quien decidió llevar a Juji a casa para que Christopher pudiera superar la nostalgia por su mudanza. Y aunque en un principio el artista no mostró gran entusiasmo, su mascota acabaría convirtiéndose en su mejor amigo y mayor fuente de inspiración.
“Me enamoré de él inmediatamente,” declara Christopher. “Ha dado un giro completo a mi vida y ahora somos absolutamente inseparables. He encontrado una nueva perspectiva en la vida y en mis obras, y todo se lo debo a él.” Y es que Juji le ayudó a superar la depresión en la que estaba sumido, y a embarcarse en un original proyecto profesional.
Así, quiso plasmar la grandeza de Juji no sólo simbólica, sino literal. Su afición a los retoques fotográficos le llevó a crear imágenes manipuladas con Photoshop en las que muestra las aventuras que vive junto a su perro con una peculiaridad: su mascota es gigantesca. Esto le permite crear situaciones hilarantes y dar rienda suelta a su creatividad.
Todo comenzó con la intención de crear algunas instantáneas divertidas para Instagram, tal y como explica el fotógrafo, pero poco a poco se fue convirtiendo en una estrella de la red. “La mejor parte de todo esto es cuánto me ha acercado a mi perro. Hemos aprendido un montón el uno del otro gracias a todo esto. Ha sido todo un viaje», explica Cline.
Actualmente su perfil de Instagram es uno de los más populares dedicados a mascotas, y ya cuenta con más de 80.900 seguidores. Este éxito ha permitido al artista ofrecer sus servicios de edición fotográfica para todo aquel que quiera imágenes similares con su mascota. Puedes ver su trabajo pinchando en el enlace.
¿Quién es Juji y por qué enamora tanto?

Juji es un Goldendoodle afable, esponjoso y juguetón. Christopher suele definirlo con humor como “kilos de pelo y cariño”, destacando su carácter dulce y nada agresivo. Le encanta salir, ladrar cuando se emociona y también acompañarle en el sofá para ver la televisión, algo que refuerza el vínculo entre ambos más allá de la cámara.
En las imágenes, Juji aparece a un tamaño descomunal y protagoniza escenas que muestran su complicidad cotidiana: van al parque, contemplan puestas de sol, comparten momentos en casa o exploran la naturaleza. No es casual que muchos seguidores lo apoden el “Clifford de Instagram”, por la ternura y el impacto visual que generan los montajes.
Minnesota es el telón de fondo de muchas escenas. Cline bromea con que allí el invierno parece eterno, casi “siete meses al año”, lo que le animó a cultivar este hobby creativo que terminaría marcando su carrera. De paso, el clima y los paisajes aportan un encuadre perfecto para las aventuras gigantes de Juji.
De afición viral a trabajo a tiempo completo

Lo que comenzó como una serie informal para Instagram terminó convirtiéndose en un proyecto de gran alcance. La cuenta ha superado distintos hitos de popularidad —cifras como 75.000, 80.900 o 87.000 seguidores en distintos momentos— y suma miles de publicaciones, en especial fotomontajes de alto impacto emocional y humorístico.
El impulso de la comunidad permitió a Cline ofrecer su talento como servicio a personas de todo el mundo que desean fotos similares con sus mascotas. Hoy dedica la mayor parte de su tiempo a crear encargos personalizados, una transición natural de hobby a profesión a jornada completa que demuestra el potencial de las historias bien contadas en la economía de los creadores.
Así se crean las imágenes: técnica, narrativa y humor

Cline es diseñador gráfico y domina Photoshop, pero el éxito no reside solo en la técnica: también en la narrativa visual. Cada montaje tarda, de media, entre dos y tres horas desde la toma hasta el acabado final, cuidando luz, perspectiva y escala para que Juji parezca gigantesco sin perder naturalidad.
Las escenas combinan ternura y aventura. Entre las más celebradas están aquellas en las que ambos: van en bicicleta, reman en barca sobre un lago, pasean por el campo, leen el periódico, practican deporte, imitan escenas de películas famosas o simplemente se sientan a ver la tele. Esa variedad sostiene la sorpresa en cada publicación.
A veces, para subrayar el contraste y mantener el juego, Christopher comparte fotos de Juji a tamaño real, lo que ayuda a la audiencia a apreciar la artesanía del montaje y recordar que detrás del “gigante” hay un perro de gran corazón y un equipo humano que planifica cada detalle.
Un vínculo que transforma: del bache personal a la inspiración
En el plano humano, la historia es poderosa. Juji ayudó a Christopher a salir de una etapa difícil marcada por la depresión tras su mudanza; y, según han contado algunos medios, a encarar incluso una adicción previa. Más allá de los matices, la constante es que el vínculo con su perro le dio propósito, rutina creativa y una comunidad con la que compartir su progreso.
Ese impacto se nota en la respuesta del público: seguidores que encuentran en Juji una dosis de alegría en su día, familias que piden retratar a sus mascotas “a lo grande”, y creativos que se inspiran para explorar nuevas maneras de contar historias con humor y sensibilidad.
Para quienes deseen algo parecido, Cline ofrece encargos personalizados y recomienda contar con buenas fotos base, una idea clara de la escena y, sobre todo, paciencia para ajustar la integración de luces y sombras. Y si lo que quieres es disfrutar de sus aventuras, su perfil de Instagram sigue creciendo con nuevas sorpresas.
La magia de Juji funciona porque combina una relación auténtica con un lenguaje visual ingenioso. Detrás del “perro gigante” hay horas de oficio, pero también un amor sincero por un compañero que, sin saberlo, cambió una vida y contagia a miles de personas con su enorme —y peludo— carisma.